Entonces, esta vez me gustaría hablar sobre el Efecto Mariposa y sus implicaciones en la forma de lidiar con la vida.
El Efecto Mariposa, para quien no lo sepa, se puede resumir de la siguiente manera: "el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en el otro lado del mundo", lo que indica que nuestro universo está conectado por muchos pequeños hilos invisibles pero verdadero.
En otras palabras, el efecto mariposa indica que pequeñas variaciones iniciales pueden producir grandes variaciones en el comportamiento de un sistema físico a largo plazo. Si pensamos en nuestra vida como un sistema físico comenzamos a vislumbrar las repercusiones de este concepto.
La vida es la suma de nuestras elecciones
El Efecto Mariposa, aplicado a nuestra vida, significa que cada una de nuestras pequeñas decisiones y hábitos diarios producirá grandes cambios con el tiempo. El problema es que no suele depender de una sola, sino de muchas pequeñas decisiones, cuyas consecuencias suelen ser imperceptibles. El caso típico es el de una persona que se encuentra inmersa en un gran problema, pero no sabe cómo llegó a ese punto.
Por un lado, aplicar el principio del Efecto Mariposa a nuestra vida nos permite entender y aceptar que estamos donde estamos debido a nuestras decisiones. Esto nos ayuda a recuperar el control y asumir la responsabilidad de nuestras acciones. No se trata de promover la culpa, sino de dejar de buscar culpables externos asumiendo la responsabilidad de nuestros errores. Solo así podremos avanzar y crecer.
Además, este principio también significa que todo lo que hagamos hoy determinará nuestro futuro. Esto implica que podemos cambiar aquí y ahora, para lograr los resultados que queremos y así acercarnos a nuestras metas.
Para comprender mejor cómo funciona el efecto mariposa, solo piense en el metro. Existen varias estaciones donde podemos cambiar de tren para acercarnos cada vez más a nuestro destino final. A menudo, no prestamos demasiada atención a estos pequeños puntos de intercambio y, por lo tanto, corremos el riesgo de alejarnos de nuestro objetivo.
En la vida, si no prestamos atención a estas pequeñas decisiones, después de meses o años podemos encontrarnos en un punto que no nos gusta sin siquiera saber por qué. De hecho, es obvio que nadie al comienzo del viaje habría comprado un boleto para la “Estación Falla”, pero terminaremos allí, si no prestamos atención a los intercambios.
Hábitos y decisiones que indican que somos víctimas del Efecto Mariposa
- Cuando nos levantamos a última hora, maldiciendo el reloj y ya no tenemos tiempo para disfrutar de los primeros minutos del día, que deberían ser sagrados para empezar bien.
- Cuando elegimos estar solos frente al televisor, en lugar de dar un paseo o leer un buen libro.
- Cuando fuma, bebe y come demasiado, solo porque estos hábitos le brindan la calma que necesita.
- Cuando pasas la mayor parte del día en las redes sociales y usas tu teléfono móvil en lugar de hablar directamente con la gente.
- Cuando muchas veces nos perdemos en actividades “urgentes”, pero completamente inútiles para llevar a cabo nuestro proyecto de vida.
En definitiva, los pequeños malos hábitos y elecciones diarias pueden ser muchos y, de una forma u otra, determinan el rumbo de nuestra vida. Lo importante es aprender a identificarlos con prontitud para eliminarlos y sustituirlos por esos hábitos útiles que nos permitirán alcanzar la meta. Recuerde siempre que la peor decisión que podría tomar es no decidir nunca.
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