Un dicho popular dice que "el mundo está lleno de buenas intenciones" y yo añadiría también di
metas elevadas. Pero mira cómo van las cosas ... en realidad.
la mitad del mar!? Por supuesto, una cosa es apuntar a llegar a cien o mil
metas diferentes y otra muy distinta para lograrlas realmente. Entonces pasa tan bien
parte de las metas que nos proponemos quedan en nuestros sueños y no vendrán
nunca hizo. Sin embargo, existen algunas técnicas muy sencillas que nos permiten
lograr metas personales, solo recurriendo al sentido común y
espíritu organizativo. 1. Detener
fantasear: muchas personas pueden pasar semanas o meses
imagina hacer realidad tus sueños pero no en la vida cotidiana
no hacen nada para tener éxito en esto. De hecho, ha sido probado
científicamente que fantasear no ayuda. En resumen, una vez imaginé el
Situación ideal es el momento de poner manos a la obra. 2. Simplemente ... comienza: muy
a menudo tenemos un plan perfectamente calculado que nos permitiría
darnos cuenta al menos en parte de lo que siempre hemos soñado, pero lo posponemos indefinidamente
hasta el punto de que cuando decidimos empezar ya es demasiado tarde, ahora el
El plan original ya no es viable porque, mientras tanto, las condiciones
externos han cambiado. Todos aquellos que deseen alcanzar una meta deben
tenga en cuenta que "después es siempre
Demasiado tarde". 3.
Visualice el proceso, no el resultado: todos tenemos una tendencia a
imagina el resultado que recompensa nuestros esfuerzos, y esto es bueno porque hay
nos motiva a seguir en el camino. Sin embargo, sería mucho más práctico hacer un esfuerzo
imaginar el camino porque así podremos evitar obstáculos e
reorganizar nuestra estrategia mucho antes de que choquemos con el crudo
realidad. En un estudio de 1999 de la Universidad de California, sí
Se pudo encontrar que los estudiantes que se esforzaron por visualizar la
ruta de estudio en lugar de los resultados finales, obtuvieron mejores
colocaciones. 4. Rechazar i
comportamientos automáticos: a veces nos encontramos envueltos en una rutina
diario que no tiene nada que ver con los proyectos que tenemos en mente
para nuestro futuro. Vale la pena tomarse un descanso para
reflexionar seriamente, reestructurar nuestros hábitos, cambiar e incluir
actividades y elecciones que realmente responden a lo que queremos lograr. 5. Evite
piensa en términos de: "pero a quién le importa": Cuando determinamos
una meta y en nuestra mente surge el pensamiento "pero a quién le importa", esto es sinónimo del hecho de que estamos agotados. Uno mismo
Sucumbimos a este tipo de pensamiento y renunciamos a la disciplina.
que nos hemos impuesto antes, será difícil retomar el camino. Finalmente, es
Siempre es prudente no ceder al primer desánimo porque luego tendremos otros
momentos de desesperación. 6. Alterna i
puntos en los que centrarse: A veces es desmotivador concentrarse solo en el objetivo
final, ya que esto se percibe como demasiado lejano; en estos momentos
Es mejor establecer metas más cercanas y más fáciles de alcanzar que
servirán de aliciente para continuar en el camino. Al contrario, cuando la actividad
que estamos haciendo es demasiado aburrido y desmotivador, entonces será más apropiado
centrarse en el objetivo final. 7. Mantenga un
Plan de emergencia: Desafortunadamente no siempre lo entiendes
lograr los objetivos deseados en el primer intento. A veces necesitas
revisar el plan maestro varias veces o tener un plan de emergencia en su lugar
incluye metas menos ambiciosas pero gratificantes. Finalmente, si realmente quieres llegar al tuyo
objetivos sin suicidarse en el intento, debe protegerse de "costos ocultos".
Este fenómeno fue descrito en 1985 por psicólogos de la Universidad de Ohio,
quienes descubrieron que cuantas más personas invierten en un proyecto, más tienden a
pensar que lo mismo tendrá éxito. Por tanto, la inversión original provoca que
la persona continúa enfocándose en el éxito del proyecto incluso a costa de
perder el equilibrio emocional.