Cuando la gente encuentra eso
sabían lo que resultó ser un asesino en serie, tienden a
espantarse. Muchos de ellos afirman que nunca hubieran imaginado que
esta persona tan buena, amable, correcta, adorable, servicial, podría
haz algo así. De hecho, a veces las personas más cercanas al asesino en serie dicen que "no se trata de la persona que conocían",
para indicar que de alguna manera el mal se ha apoderado de su voluntad
y le hizo hacer cosas horribles.
Si analizamos esto a fondo
tipo de actitud descubriremos que en el fondo hay una confianza perenne
en bien absoluto. Creemos que
ser bueno tanto natural como normal y que los "monstruos" son desviaciones de
normalidad. Esta creencia nos facilita la vida y nos hace sentir más seguros.
en nuestro pequeño mundo. Además, nos impide ver y aceptar que se esconden dentro de cada persona.
tendencias, ideas o deseos que nunca quisiéramos revelar. Una mirada desde el punto de vista científico David Buss, psicólogo universitario
de Texas, se dedicó a estudiar el lado más oscuro de la gente común y corriente.
normal. Para hacer esto, pidió a sus estudiantes que señalaran un
cuestionario si alguna vez habían fantaseado con la posibilidad
matar a alguien. Más tarde les pidió que escribieran sus fantasías en un
tema. Para su sorpresa, Buss descubrió que el 91%
de los hombres y el 84% de las mujeres tenían fantasías particularmente asesinas
vívido. Sin embargo, eso no es todo, muchos de los entrevistados
informaron pasajes precisos sobre cómo cometerían el asesinato. Y el
Lo interesante es que no se trataba precisamente de muertes "dulces" sino de
verdadera tortura. De hecho, Buss informa que en muchos
ocasiones las personas que cometen asesinatos son normales y vecinos
personas comprensivas que han llegado a una situación insoportable en la que el miedo
se había apoderado de su vida diaria. En algún momento, este miedo
retenido se convierte en ira y desencadena actos violentos. Incluso si hayamos abandonado la era
cuevas y hay varias formas de pedir ayuda antes de llegar
estos extremos, desafortunadamente muchas personas prefieren retirarse a los suyos.
realidad y esta decisión actúa como una olla a presión que acumula
más y más vapor hasta que revienta. Según este psicólogo, cada uno, con el
razones correctas, sería capaz de cometer increíbles actos de heroísmo, pero
incluso horrores impensables.