La necesidad colectiva de caer dentro de ciertos patrones y la tendencia igualmente generalizada a emular los estereotipos de belleza-delgadez propuestos (e impuestos) por los medios de comunicación, han hecho que el término dieta, del griego dìaita (= régimen, estilo, nivel de vida) ) como indicador de una nutrición correcta, sana y equilibrada, se convertiría definitivamente en sinónimo de adelgazamiento y adelgazamiento.
En realidad, como puede deducirse de la traducción citada anteriormente, el término dieta tiene un significado bastante complejo que engloba la calidad, cantidad, forma, organización y gestión de la nutrición humana. La dieta significa estilo de alimentación y está directamente relacionada con el estilo de vida, por lo tanto con el nivel social y, por qué no, con el nivel étnico, familiar y cultural individual. Solo reflexionando sobre la amplitud real del término es posible comprender cuán malentendido puede ser asociarlo con la simple pérdida de peso.
TODOS seguimos una dieta pero POCOS la hacemos de forma correcta y equilibrada; en este sentido conviene destacar una obviedad que, aunque parezca así, a menudo se manifiesta como una paradoja. Usando una simple metáfora, la salud de un sujeto podría compararse con un edificio, cuyos cimientos están representados por la dieta y los muros externos por el estilo de vida; aunque estos componentes pueden aparecer como dos estructuras distintas, su relación es absolutamente esencial. De ello se deduce que: si fallara el equilibrio entre la dieta y el estilo de vida, ¡las consecuencias serían la salud en general!
Para evitar que esto suceda, es fundamental que la comunidad conozca sus hábitos y reciba una adecuada atención sanitaria profesional. La sensibilización es sin duda el primer gran paso hacia la prevención y el mantenimiento de la salud, sin embargo, en algunas circunstancias se requiere la intervención externa de profesionales capacitados y calificados. Se puede deducir que el servicio profesional que brindan las figuras antes mencionadas, legalmente ubicadas y reguladas (al menos en teoría), es útil / indispensable para mejorar la salud de los sujetos en cuestión.
Pero ... ¿si no es así?
Actualmente, la patología que mayor impacto tiene en la salud de los ciudadanos de los países industrializados es el sobrepeso; se correlaciona con múltiples disfunciones metabólicas y agrava el malestar articular, elevando drásticamente los costos de salud pública. En este caso concreto, los profesionales que intervienen en la corrección de la dieta y el estilo de vida tienen la función de combatir la aparición y mantenimiento del sobrepeso, favoreciendo su recuperación y reduciendo los costes sanitarios, pero ¿cómo?
- Promover la mejora del estilo de vida mediante un mayor nivel general de actividad física y educación sobre actividad física (deseable)
- Corregir y reorganizar las dietas de estos sujetos
En teoría, el razonamiento es impecable, pero en la práctica todo esto ocurre solo parcialmente y la discrepancia entre el resultado esperado y el real se debe a:
- Calificación para el desarrollo profesional de al menos figuras extrañas en las dos áreas antes mencionadas.
- Heterogeneidad en la formación profesional de técnicos / médicos en el ámbito nacional
En este punto surge la pregunta: ¿qué tiene que ver una mala gestión / formación de los profesionales con el malentendido entre dieta y adelgazamiento o adelgazamiento? ¡Sencillo!
COMBATIR EL SOBREPESO MEDIANTE LA CORRECCIÓN DE LA DIETA Y EL ESTILO DE VIDA ES FUNDAMENTAL PARA PREVENIR COMPLICACIONES METABÓLICAS Y ARTICULARES Y MEJORAR LA SALUD COLECTIVA ...
- EL FRACASO RESULTADO DE LA TERAPIA MISMA Y CONSECUENTE RECUPERACIÓN DE LA INICIATIVA ENFERMEDAD, FAVORECIENDO SU CRONICIZACIÓN
- MOLESTOS EMOCIONALES SIGNIFICATIVOS / DESCOMODIDADES QUE AFECTAN NEGATIVAMENTE EL CUMPLIMIENTO DE LAS TERAPIAS SIGUIENTES
- EN LOS PACIENTES, TENDENCIA A LA COGNICIÓN DE PRECONCEPTOS NO FUNDAMENTADOS Y A MENUDO CONTRAPRODUCTIVOS
- CUALQUIER EFECTO SECUNDARIO / INDESEABLE RELACIONADO CON LA REALIZACIÓN DE LA TERAPIA INCORRECTA.
Entonces:
Dieta + estilo de vida = buena salud
Patología + terapia correcta = mejora de la salud
Pero también...
Patología + terapia incorrecta = ¡deterioro de la salud!
A la espera de que mejore la situación legal y antes de contar con cualquier técnico / médico, se aconseja a nuestros amables lectores que se aseguren de que tiene un TÍTULO HABILITANTE y PERTINENTE:
Asesoramiento personal (opinión personal / profesional):
- Para mototerapia: GRADUADO EN CIENCIAS DEL MOTOR con los estudios en profundidad ESPECÍFICOS necesarios
- Para tratamiento y rehabilitación motora: FISIATRA o GRADUADO EN FISIOTERAPIA
- Para el tratamiento de patologías que afecten a la alimentación y la nutrición: DIETÓLOGO o NUTRICIONISTA ESPECIALIZADO o DIETTISTA (POR RECETA MÉDICA).