Importancia de una dieta adecuada
"Haz de la comida tu medicina": esta máxima de orígenes ancestrales, hija de Hipócrates, también puede confirmarse en la lucha contra el herpes.
Sin embargo, más que una cura, es mejor hablar de prevención, ya que el herpes no se puede vencer definitivamente, sino que, como mucho, se puede volver inofensivo. Asimismo, la dieta contra el herpes no tiene valor curativo cuando la enfermedad se encuentra en fase aguda; Por lo tanto, no es realista esperar que las molestas burbujas desaparezcan gracias a los alimentos milagrosos, incluso si la integración de nutrientes específicos en altas dosis ha mostrado resultados alentadores.
Lo cierto es que una dieta específica, y una dieta saludable en general, pueden tener un excelente valor preventivo. De hecho, sabemos que el herpes encuentra el terreno fértil para su replicación en las deficientes defensas inmunitarias del huésped, lo que resulta en la aparición de molestas ampollas llenas de líquido. Para prevenir estas manifestaciones desagradables, es muy fundamental mantener altas las defensas inmunitarias del organismo, también gracias al importantísimo aporte de la nutrición.
La dieta del herpes se basa en una serie de evidencias científicas, la mayoría de las cuales está pendiente de confirmación.
Varios estudios, de hecho, han atribuido a algunos alimentos y suplementos específicos la capacidad de prevenir o incluso combatir el herpes; sin embargo, la medicina convencional interpreta estas investigaciones con cauteloso escepticismo, dada la escasa cantidad de estudios al respecto.
Lisina y Arginina
Uno de los consejos más populares, cuando se trata de una dieta contra el herpes, es aumentar la ingesta dietética de lisina reduciendo la de arginina; este último aminoácido, de hecho, parece promover la replicación de los virus del herpes, que sintetizan proteínas mucho más ricas en arginina que las humanas.
La lisina tiene la capacidad de antagonizar la arginina desde un punto de vista metabólico, compitiendo con ella en diversas reacciones biológicas. Este consejo se traduce, en términos prácticos, en el menor consumo de alimentos como cacahuetes, nueces, avellanas, azúcares refinados, frutos secos en general y chocolate, prefiriendo alimentos en los que la relación arginina / lisina sea menor, como las proteínas animales, productos lácteos y legumbres. Además, debería prestarse especial atención a los métodos de cocción capaces de conservar o hacer que la lisina sea menos biodisponible; según algunos estudios, la cantidad de lisina biodisponible se reduce por temperaturas de cocción demasiado altas o por la asociación con un azúcar reductor (por ejemplo, fructosa, glucosa o lactosa), sacarosa o levadura durante la cocción. La presencia de humedad, por otro lado, parece preservar la lisina biodisponible; por lo que se ha dicho, cocinar al vapor y hervir son en este sentido métodos preferibles a freír y asar a la parrilla.
Como ocurre con cualquier complemento alimenticio, la ingesta de 500/1000 mg de lisina dos / tres veces al día, mientras que se debe evitar la suplementación específica de terraplén, tan cara a algunos deportistas. La suplementación con lisina debe cambiarse hacia la dosis máxima del rango recomendado en caso de manifestación herpética activa.
En el estado actual del conocimiento, este enfoque dietético del problema del herpes parece aceptable, dada la considerable cantidad de estudios al respecto y la ausencia de efectos secundarios relacionados con suplementos específicos de lisina (hasta 6 g / día). Cabe señalar, sin embargo, que los estudios científicos parecen centrarse más en la administración adicional de lisina que en la reducción de alimentos ricos en arginina, lo que correría el riesgo, entre otras cosas, de crear desequilibrios alimentarios. El cacao amargo en polvo, por ejemplo, es uno de los alimentos más ricos en flavonoides, muchos de los cuales in vitro han mostrado interesantes propiedades antivirales; como resultado, un chocolate negro de calidad con un alto porcentaje de cacao podría incluso ser útil en la prevención del herpes.
Para evidencia de eficacia consulte las notas al final del artículo, para la compra de lisina en polvo o tabletas puede consultar este enlace.
Vitamina c
Aunque existe la creencia en los círculos médicos oficiales de que la vitamina C no produce ningún efecto beneficioso en el tratamiento de los resfriados y otras enfermedades virales como el herpes, existen algunos estudios (así como evidencia empírica de muchos usuarios habituales) que subrayan su eficacia .inmunoestimulante de esta vitamina. De hecho, sabemos que el ácido ascórbico es esencial para algunas células del sistema inmunológico, como los fagocitos y las células T. Sin embargo, solo en presencia de deficiencias específicas la administración adicional de vitamina C a través de suplementos específicos parece ser capaz de mejorar la defensas inmunes. Al examinar la bibliografía reciente, también parece que la administración intravenosa de vitamina C es eficaz para aliviar el dolor y la picazón que caracterizan la recurrencia del herpes zóster (culebrilla). Muy pocas referencias bibliográficas sobre la utilidad de las megadosis de vitamina C (> 3 g / día) para acelerar la recuperación durante la fase aguda de la enfermedad.
Con respecto a cualquier complemento alimenticio, en términos de profilaxis se sugiere la ingesta específica de 180/500 mg de ácido ascórbico-L por día.
En el estado actual de los conocimientos, la suplementación diaria de vitamina C en las dosis indicadas parece aceptable, si no recomendada; discurso diferente por las megadosis de vitamina C (> 1g / día), una práctica no aceptada por la medicina oficial y en boga solo entre unos pocos "fanáticos" de esta vitamina; bajo consejo médico, se puede tomar una dosis muy alta de vitamina C (hasta cinco gramos), dividiéndola en al menos tres tomas diarias, al inicio del pródromo herpético (los primeros síntomas de la enfermedad, como sensación de calor y picazón local). A una dosis de 2 g / día existe el llamado nivel máximo de ingesta tolerable (UL), es decir, la dosis máxima de vitamina C que presumiblemente no crea problemas de toxicidad en individuos sanos. En cuanto a los alimentos ricos en vitamina C, te invitamos a consultar este artículo, teniendo en cuenta también las buenas reglas para conservar el contenido de ácido ascórbico en los alimentos.
zinc
Aún más limitada, y menos confiable desde un punto de vista científico, es la evidencia sobre la utilidad del zinc por vía oral en la profilaxis y el tratamiento de las infecciones herpéticas. Este mineral, que abunda en dietas ricas en pescado, carnes rojas, cereales, legumbres y frutos secos, debe integrarse en dosi di 15/20 mg / día, cuidando de añadir - en caso de administración crónica - un suplemento de cobre para prevenir deficiencias específicas inducidas por esta práctica.
En el estado actual de los conocimientos, no se recomienda la suplementación con zinc en la prevención o el tratamiento del herpes.
Sugerencias dietéticas adicionales
- En algunos estudios realizados en ratones de laboratorio, la ingestión de grandes cantidades de azúcares simples (sacarosa) disminuyó el sistema inmunológico, reduciendo la síntesis de anticuerpos. También se han encontrado pruebas similares en humanos; en consecuencia, se recomienda reducir la presencia de azúcares simples en la dieta, reduciendo el consumo de bebidas carbonatadas, dulces, jugos de frutas azucarados, azúcar de mesa y algunos tipos de frutas (frutas confitadas, higos, uvas, castañas, dátiles y frutos secos). frutas destinadas a frutas deshidratadas, como pasas). La reducción de la ingesta dietética de azúcares también ha resultado útil en la prevención de la cándida, la obesidad y la resistencia a la insulina en sujetos predispuestos.
- Los probióticos, categorías especiales de fermentos lácticos contenidos en muchas leches y yogures muy publicitados en el último período, podrían ayudar a optimizar las defensas inmunológicas, siendo así útiles en la prevención del herpes.
- El consumo de frutas y verduras frescas de temporada es ciertamente útil para proporcionar al organismo los micronutrientes necesarios para contrarrestar el ataque de los virus del herpes; Debe atribuirse un papel importante a los cítricos, las bayas, el brócoli, el repollo y la coliflor, el té negro, el kiwi y los jugos cítricos sin azúcar.
- Otro importante consejo anti-herpes es incrementar el consumo de pescado en la dieta para reequilibrar la relación entre omega 3 y omega 6, muchas veces desequilibrada a favor de estos últimos debido al consumo excesivo de aceites vegetales ante una ingesta reducida de omega tres (contenido principalmente en pescado de mar, en aceite y linaza, y en aceite de cáñamo).
- Extractos de plantas que se pueden combinar con la dieta para combatir los virus del herpes: equinácea, eleuterococo, grosella negra, toronjil (aplicación tópica)
Para más información y bibliografía de los diversos estudios citados en el artículo: Altern Med Rev. 2006 Jun; 11 (2): 93-101. Remedios naturales para el herpes simple. Gaby AR.
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