Nuestra personalidad se expresa prácticamente en cada acción que realizamos, pero no siempre somos conscientes de ello. Por ejemplo, simplemente elegir un par de zapatos refleja su personalidad. Nuestras creencias y peculiaridades se revelan incluso en las decisiones más mundanas.
Entonces, incluso escribir una postal te permite vislumbrar una parte de nuestra alma.
Investigadores de la Universidad de Stanford decidieron analizar el contenido de 700 postales enviadas por personas de diferentes culturas. Descubrieron que los estadounidenses usan menos palabras negativas y a menudo eligen imágenes no relacionadas con la muerte (por ejemplo, a menudo evitan la naturaleza muerta), en comparación con los alemanes.
Sin pensarlo dos veces, reclutaron a un grupo de estudiantes de ambas culturas. Se pidió a todos que eligieran su postal favorita y se les pidió que escribieran un mensaje.
Sorprendentemente, el 72% de los alemanes eligieron postales con alguna imagen "negativa" o incluyeron palabras "negativas" en su mensaje, una tendencia que se observó solo en el 37% de los estadounidenses.
Quizás lo más curioso de este experimento es que, si bien los estadounidenses consideraban que las postales "negativas" eran desagradables, para los alemanes no lo eran.
En este punto, los investigadores pidieron a los participantes que calificaran diferentes experiencias positivas y emociones negativas. Más tarde se observó que las emociones negativas (como la soledad, el miedo, el enfado o la tristeza) eran extremadamente desagradables para los estadounidenses, algo que debía evitarse, mientras que los alemanes aceptaban con gusto estas emociones.
El sistema de valores y creencias está siempre presente
Es interesante descubrir cómo nuestro sistema de valores y creencias es evidente en cada una de nuestras acciones, incluso cuando elegimos una postal y escribimos un mensaje. Estos psicólogos concluyeron que las personas que eligen a menudo postales y mensajes más positivos son las que prefieren evitar las emociones negativas a toda costa, mientras que quienes eligen postales y mensajes más "negativos" aceptan con más gusto la adversidad.
En este punto surge una pregunta: ¿hasta qué punto es saludable evitar las emociones negativas? Es lógico y saludable buscar experiencias positivas, porque estas nos hacen sentir bien, pero no podemos olvidar que las emociones negativas también son parte de la vida y que se ha demostrado que la mejor forma de gestionarlas es no evitarlas ni negarlas. , sino más bien vivirlos y aceptarlos.