El viaje de la mujer heroína es un descenso oscuro y difícil a las profundidades de la psique. Un viaje que no siempre estás dispuesto a afrontar y para el que nunca estarás lo suficientemente preparado.
Última actualización: 12 septiembre, 2019
El viaje de la mujer heroína, como cualquier viaje arquetípico, es un viaje de individuación. La viajera se embarca en una aventura fuera de su mundo ordinario para enfrentarse a enemigos y dragones. La heroína pasa las pruebas con la ayuda de un mentor, real o sobrenatural, que la prepara para enfrentar los desafíos.
En el camino se enfrentará a pruebas decisivas, algunas de vida o muerte. Habrá recompensas y un camino de regreso, que tampoco está exento de dificultades. Se topará con sus propias sirenas que intentarán por todos los medios hacerles abandonar el camino. Es un viaje al interior del psiquismo humano, fuera de lo común, compuesto por etapas, reales y simbólicas, que pasa por la separación de la madre y la aceptación del padre.
Este viaje arquetípico te permite convertirte en quien realmente eres, transformando tu visión del mundo y de ti mismo. El viaje de la mujer heroína es la búsqueda de un sentido más profundo de la vida; el deseo de manifestar la propia naturaleza. Fue el mitólogo e historiador Joseph Campbell, a mediados del siglo XX, quien popularizó este término a través de su obra El héroe de las mil caras.
El viaje de la mujer heroína: las diferencias
El viaje del héroe, también conocido como monomito, contiene modelos que son válidos tanto para hombres como para mujeres. Siempre es un camino difícil, que para las mujeres contiene un extra: tener que emprenderlo en un mundo de hombres. Las mujeres son empujadas a buscar su propia identidad en un entorno donde lo femenino a menudo se define/trata como una construcción dependiente., inferior y objeto de la tentación.
Estos son algunos de los dragones a los que se enfrentan al embarcarse en este viaje. En muchos casos, la mujer heroína inconscientemente comete el error de afrontar esta aventura tomando como referencia al modelo masculino. Y así empezaron casi todos.
La primera ruptura con el mundo ordinario se produce cuando la mujer busca su identidad en el éxito profesional, el poder y la "perfección" física. Estos valores son fundamentalmente masculinos, arquetípicamente ligados al viaje ascendente al mundo del sol, el intelecto y el poder. En definitiva, al mundo del padre.
Esta es una etapa altamente destructiva para la mujer y muchas veces es el preludio de un evento dramático en su vida, como una enfermedad, una pérdida importante o el final de una relación. Este aspecto presupone el descenso a la insondable psique femenina. Es una fase crítica en la que la heroína se siente perdida y fuera de control. No encuentra puntos de referencia que puedan guiarlo; un sentimiento que causa confusión ya veces un gran sufrimiento.
Integra lo femenino
El siguiente paso es reencontrarse con su naturaleza femenina. y fortalecer las relaciones con otras mujeres. Esta fase suele estar salpicada de encuentros con mujeres sabias, por las que la heroína sentirá una gran admiración. Nuevos hitos; nuevos caminos, hasta ahora ocultos.
Ya no será racionalidad explicar los hechos y circunstancias en los que se ve envuelta nuestra heroína mujer. Comienza así la fase de encuentro con el mundo irracional y el mundo subjetivo. El viajero comprende la importancia de los ciclos de la naturaleza y de su propio cuerpo. Integra profundamente la interconexión intuitiva con los elementos circundantes.
La felicidad y el amor son conceptos que empieza a ver desde perspectivas muy diferentes. Es una época tremendamente creativa, con una imaginación fértil. Puede haber un reencuentro y fortalecimiento de la relación con la madre o con otras mujeres que la representen. Cuando no es posible la sanación de la relación con la madre, hay un armonioso reencuentro con la propia madre interior, con su propia naturaleza materna.
Integrar lo masculino
El objetivo de esta etapa del viaje es la integración del elemento masculino. La integración de todo lo aprendido en la primera fase dolorosa de la aventura. A veces se manifiesta a través de un cambio en la difícil relación con el padre o quien lo simboliza.
Se abre una fase de relaciones afectivas en la que la heroína no renuncia a su libertad y aparecen en su vida figuras masculinas por las que desarrolla una profunda admiración. En definitiva, se trata de la integración armoniosa de lo femenino y lo masculino que, cuando se da, da lugar a una determinada producción artística.
El viaje de la mujer heroína: el regreso
Para las mujeres, volver de este descenso implica también la reconciliación con su cuerpo y su sexualidad. Existe el reconocimiento de la sacralidad de la parte femenina de todos los seres humanos.. La mujer heroína lleva consigo toda la sabiduría al regresar de su odisea. Dejó atrás su voz interior crítica. Se transforman valores importantes como el éxito o el amor romántico. La heroína regresa con una visión simbiótica del mundo y con una intuición reforzada.
Es un oscuro y difícil viaje cuesta abajo hacia las profundidades de tu propia psique. Un viaje que no siempre estás dispuesto a afrontar y para el que nunca estás lo suficientemente preparado. ¿Y usted? ¿Ya escuchaste la llamada?