Fluir con la vida es una experiencia única donde nuestro estado de conciencia actúa en un plano distinto.
Última actualización: 15 de mayo de 2019
Fluir con la vida significa encontrar el equilibrio perfecto entre alegría y desafío.. Son esos momentos en los que nuestra creatividad y los resultados obtenidos nos infunden emociones positivas. El reto es parte fundamental de nuestro bienestar psicofísico. No hay felicidad sin desafíos. Sin embargo, es mucho más difícil encontrar gratificación o alegría en una actividad que está por debajo o por encima de nuestras capacidades.
Son aquellas situaciones, que cada uno de nosotros tiene experiencia, en el que nos sumergimos por completo, felices de dedicar toda nuestra energía, olvidándonos de todo lo que había fuera. El tiempo se distorsionó y pareció acelerarse o detenerse.
Es un estado donde nuestra conciencia trabaja en un plano diferente. La mente y el cuerpo se sincronizan, se fusionan con la actividad. Algunos lo llaman "zona", en psicología lo llamamos flujo. Una vez que ingrese a esta área, nunca podrá olvidar lo que ha probado. Ya sea escribiendo, pintando, componiendo música o practicando deportes, la sensación es la misma.
Fluir con la vida es una experiencia única donde nuestro estado de conciencia actúa en un plano distinto.
La teoria del flow
La teoría del flujo o flujo fue formulada por el psicólogo estadounidense Mihaly Csikszentmihalyi. No es simplemente una experiencia gratificante. Para entrar en el estado de flujo, debemos sacrificar los recursos que solemos reservar para la atención periférica dirigiéndolos a una atención centrada y sostenida. Es un “sacrificio” que se traduce en bienestar emocional.
Para que la experiencia de fluir se manifieste, son necesarias ciertas condiciones. En primer lugar, es necesario tener un objetivo específico. También es más probable que suceda cuando nuestras habilidades están al nivel requerido por la tarea.
Requiere un alto grado de concentración; la conciencia y la acción se fusionan. Tenemos una sensación de control, lo que significa que no sentimos ansiedad ni pensamos que nuestras acciones fallarán. Desaparece la conciencia, desaparece el ego. Se altera la percepción de la dimensión espacio-temporal.
Es una experiencia Autotelic: nos dedicamos a una actividad con el simple objetivo de realizarla, nada más.
Fluir con la vida y la química cerebral.
Pero, ¿qué sucede realmente cuando "fluimos"? La investigación nos dice que esto es más una experiencia psíquica que física. El cerebro y su funcionamiento están íntimamente relacionados con esto. Se han identificado varias áreas involucradas en el estado de flujo.
La corteza prefrontal se encarga de evaluar riesgos, planificar, analizar pensamientos, reprimir impulsos, resolver problemas y tomar decisiones.
Hay un área específica asociada con los sentimientos negativos sobre nosotros mismos, la corteza prefrontal media. Esta zona y la amígdala, que procesa las emociones negativas derivadas de las experiencias, se desinhiben cuando entramos en un estado de flujo.
La distorsión del tiempo se produce en el lóbulo parietal. El área del cerebro asociada con la motivación, por otro lado, parte del núcleo accumbens. Se activa cuando entramos en estado de flujo. También parece que se activan zonas vinculadas a la percepción de control.
Se estimula la producción de endorfinas, al igual que ocurre durante la meditación, se reduce el miedo y se genera una sensación de euforia. Aumentan los niveles de GABA, el neurotransmisor que afina la concentración y reduce la percepción de estímulos externos.
Entrena la mente para fluir con la vida
Actuar en un estado de flujo requiere un gasto de energía considerable del que muchas veces no somos conscientes. Por eso, cuando salimos de ella, es normal sentirnos agotados, pero felices. Como dijimos, sin embargo, es un estado en el que uno entra cuando el control de la situación es alto.
Es más fácil acceder a ella si mantenemos nuestro cerebro en forma mediante la lectura o cualquier otro alimento para el intelecto. Si nos alejamos de lo trivial o de cualquier cosa que no sea muy productiva. Cuando cambiamos la televisión por una visita cultural o reservamos tiempo para nosotros. Cuando nos dejamos invadir por los colores, la belleza, la música.
La teoría del flujo siempre se ha relacionado con la psicología positiva y, a menudo, se malinterpreta. Se asocia al estado de felicidad, pero en realidad también se puede acceder desde un terrible momento de desesperación.
Sería interesante poder contar con estudios que nos hablen de la relación entre el estado de flow y los momentos trágicos de nuestra vida. A veces entrar en el flujo es la única forma de distanciarnos de la realidad y centrarnos en otra cuando nos es imposible gestionar la primera.
¿Estás listo para fluir con la vida?