Ser fuerte significa tener el coraje de vivir. Erich Fromm nos enseña que la mayor aspiración del hombre es la consecución de la plenitud necesaria para afrontar con confianza los miedos y encontrar el coraje para construir una sociedad más humana y altruista.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 19 de febrero de 2022
El ideal de fuerza según Erich Fromm nos invita a un importante ejercicio de reflexión. En un mundo tan complejo que tiende a la destructividad, a una sociedad puramente tecnológica (como ya había anticipado el psicólogo), la única esperanza para el hombre es lograr un desarrollo completo. Esto implica encontrar la plenitud en la responsabilidad, la libertad y el autoconocimiento.
Pionero de la corriente que él mismo denominó humanismo radical, Fromm fue un importante psicólogo y filósofo del siglo pasado pero también una de las mentes más brillantes de la era moderna. Sus valores siguen guiando la lucha hacia una sociedad más altruista y orientada a la solidaridad. En este artículo analizamos la interesante definición de fuerza según Erich Fromm.
El psicoanalista de origen judío superó las teorías freudianas al abrazar una perspectiva más amplia, más sensible, pero también crítica, sobre la humanidad y sus problemas. A diferencia de Viktor Frankl, no formuló una terapia para tratar el dolor y el sufrimiento.
La de Fromm fue, es y será siempre la voz de la conciencia que nos empuja a valorar las circunstancias en las que nos encontramos ya aspirar a algo más.
“Una humanización completa requiere el desarrollo de nuestras fuerzas para poder pasar del egoísmo a la solidaridad y el altruismo”.
-Erich Fromm-
¿Qué es la fuerza según Erich Fromm?
La definición de fuerza según Erich Fromm aparece en varias de sus obras más destacadas, uno entre todos La revolución de la esperanza. En este libro habla de la necesidad de transformarnos en activistas de la humanidad, en personas capaces de reivindicar valores que desafíen a la sociedad de la era tecnológica.
Para comprender mejor su perspectiva, es necesario arrojar luz sobre el contexto en el que vivió. Erich Fromm se vio obligado a huir de Alemania en 1934 después de que el partido nazi tomara el poder. El horror y los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial dieron forma a gran parte de su perspectiva.
Emigró a Estados Unidos, aquí se convirtió en líder de varios movimientos pacifistas, luchó contra la guerra de Vietnam y se declaró partidario de un socialismo radical y humanista.
Durante gran parte de su vida se sintió decepcionado de la sociedad en la que vivía, primero en la Alemania de los años 30 y luego en los Estados Unidos de Nixon. En su libro La revolución de la esperanza insta a la población a implementar una transformación individual para cambiar los paradigmas de una sociedad puramente tecnológica. El cambio también implicó aprender a ser fuerte.
Hay tres tipos de fuerza (no todas positivas)
La definición de fuerza según Erich Fromm nos impulsa a hacer un compromiso concreto con la esperanza y la fe. Pero también saber reaccionar ante la violencia, la sumisión, el abuso y el egoísmo.
De todo ello surge la necesidad de aprender a ser responsables, tanto con nosotros mismos como con la sociedad. Fromm destaca tres tipos de fuerza, dos de las cuales no nos ayudan ni a progresar ni a alcanzar la felicidad:
- Basada en la violencia, el gusto por dar pruebas de valía (egoísmo) con arrogancia.
- ejercido a través de la imposición de una figura de autoridad que empuja a otros a actuar por compulsión o miedo.
Finalmente, encontramos la idea central de la teoría de Fromm sobre el tipo de fuerza al que debemos aspirar. Es un estado de coraje que favorece nuestro desarrollo para transformar la sociedad a partir del optimismo, la fe y la esperanza.
“El propósito de la vida es crecer de manera óptima para alcanzar tu máximo potencial. Quien será capaz de demostrar la voluntad y la determinación necesarias para derribar los muros de la prisión del narcisismo y el egoísmo, habiendo logrado el coraje de controlar totalmente la ansiedad, experimentará los primeros atisbos de alegría y fortaleza”.
-Erich Fromm-
La idea de fuerza de Erich Fromm nos insta a alcanzar la plenitud
La definición de fuerza de Erich Fromm recuerda mucho a la de Spinoza. Según el filósofo holandés de origen sefardí, ser fuerte poco tiene que ver con la resistencia física y mucho menos con la valentía. La fuerza es una virtud ligada a la determinación y la generosidad.
- Fromm retoma esta idea y le añade el concepto de fe. como un compromiso que la persona debe asumir para el crecimiento individual y social. En La revolución de la esperanza describe al ser humano como atrapado en un estado de desesperación y resignación. Este es un peligro ya que la resignación implica cautiverio, pérdida de libertad y sumisión.
- El hombre necesita impulsos, fe y entusiasmo. Como explica en su libro ¿Tener o ser?, hay que encender la alegría y la espontaneidad. Sólo espontáneamente podemos demostrar nuestra libertad.
- La definición de fuerza según Erich Fromm nos incita al desarrollo personal, un conocernos a fondo para alcanzar la iluminación que nos hará sentir plenos. En definitiva, convertirnos en personas intrépidas y atrevidas en aprovechar las oportunidades que nos ofrece la vida.
Ser audaces significa dejar de lado ídolos, preconceptos y pensamientos irracionales para luchar por los auténticos valores que nos permitirán construir una sociedad más justa, altruista, solitaria.