El deseo de tener siempre la razón puede ser el punto de partida de muchos problemas y suele denotar una profunda inseguridad. En realidad, esta actitud está más relacionada con el poder que con la razón, ya que esta última no es de nadie. No hay una razón absoluta, sino diferentes formas de razonar. Esto significa que cada uno tiene su parte de razón. Obviamente, puede haber argumentos que sean más válidos que otros, según el contexto o las razones ofrecidas para confirmar el argumento. Sin embargo, independientemente de la cultura, a menudo es muy difícil determinar qué es más razonable, porque lo que nos parece correcto y apropiado en un momento dado deja de serlo después.
Aquellos que quieren tener razón a toda costa a menudo comienzan la conversación con la idea subyacente de que la verdad es algo que puede poseer. Por eso, muchas veces tienen una perspectiva de las cosas que se basa en "blanco y negro", "correcto o incorrecto", creen que la verdad se conoce o no se sabe, no entienden que a veces la verdad se construye sobre la base de Lo que buscan estas personas no es proponer mejores razones, sino que quieren silenciar otras ideas que no se ajustan a las suyas. Estas personas viven las discusiones como verdaderas batallas campales en las que el objetivo no es llegar a un acuerdo, sino hacer prevalecer sus opiniones, sin preocuparse de si la discusión es constructiva o no. Estas personas se adhieren a verdades absolutas., Son incapaces de evaluar las propias. argumentos, pero délos por sentado y se moleste cuando otros se muestren escépticos. Con esta actitud no hacen más que protegerse de ideas que puedan minar su fe, se sienten seguros y esconden su miedo. Probablemente hayas conocido a alguna de esas personas que siempre quieren tener la razón y seguro que has experimentado ese sentimiento de impotencia que intentas nadar contra la corriente. Entonces, tal vez, tarde o temprano tú también te habrás rendido diciendo la frase "mágica": "Está bien, tienes razón". ¿Lo hizo bien o debería haberse mantenido firme en sus argumentos? Primero, es importante tener en cuenta que las personas que siempre quieren tener la razón son esencialmente muy intolerantes. Por lo general, no tienen una mente abierta, sino que viven de acuerdo con sus creencias. Como resultado, estas personas en realidad se hacen más daño a sí mismas que a los demás, porque se aíslan al negarse a evaluar diferentes perspectivas y visiones del mundo que posiblemente podrían hacerlas más felices. Puedes intentar explicar tus motivos, invitarlos a ponerse en tu lugar explicándoles que no quieres ganar sino solo comunicar tus opiniones. Sin embargo, si ves que nuestra estrategia no tiene éxito, es mejor no insistir demasiado ya que sería una pérdida de tiempo y esfuerzo. Es mejor cerrar la discusión con una afirmación como: "Veo que tenemos ideas diferentes y no podemos llegar a un acuerdo por lo que de nada sirve seguir hablando de eso".