¿Por qué las personas que lloran están más equilibradas emocionalmente?
1. No reprimen sus emocionesSi te sientes lleno de alegría, ¿escondes tu sonrisa? Si escuchas un ruido en la casa durante la noche, ¿tienes miedo? Entonces no hay razón para ocultar la tristeza. Solo las personas seguras de sí mismas con buena inteligencia emocional son capaces de reconocer y expresar sus emociones, incluso si se consideran "negativas". Se necesita mucho coraje para ir contra la corriente y expresar quién eres realmente o cómo te sientes en un momento dado. De hecho, el filósofo Séneca dijo que "no hay mayor razón para llorar que no poder llorar". Numerosos estudios han relacionado la represión emocional con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como asma, hipertensión y enfermedades cardíacas. Un estudio realizado en la Universidad de Stanford encontró que las personas que a menudo reprimen sus emociones reaccionan de forma exagerada a la presión y el estrés, lo que resulta en un mayor aumento de la presión arterial que las personas clasificadas como ansiosas. Esto indica que la "aparente calma" no es realmente buena para nuestro equilibrio emocional.2. Aprovechan las lágrimas para cambiar de perspectiva¿Sabías que las lágrimas alivian el estrés, la ansiedad, el dolor y la frustración? Las lágrimas no son solo agua pura con la que lavar el alma, sino también (literalmente) lavarnos los ojos, permitiéndonos ver la situación desde otra perspectiva. Las lágrimas no nos vacían, al contrario, nos fortalecen y nos permiten crecer. Ya lo había dicho la poeta uruguaya Sara Ibàñez: “Lloraré sin prisas. Lloraré hasta que me olvide del llanto y vuelva a encontrar la sonrisa ”. De hecho, el 70% de las personas piensa que llorar es reconfortante. El caso es que llorar nos permite ver la situación desde una perspectiva más positiva. Cuando dejamos de llorar, nuestra mente está más clara y, aunque de inmediato parezca difícil reordenar nuestras ideas, en unos minutos estaremos más tranquilos y capaces de analizar la situación desde otra perspectiva. Esto se debe a que nuestras emociones han alcanzado un equilibrio y nuestra mente racional está lista para la acción.
3. Saben que llorar es terapéutico¿Sabías que el llanto estimula la liberación de endorfinas en el cerebro, hormonas que nos ayudan no solo a aliviar el dolor, sino a promover un estado de relajación y paz? Por eso, después de dejar de llorar, nos sentimos mucho mejor y más relajados. De hecho, se ha comprobado que no conviene dejar de llorar pero es mejor dejar que se desahogue porque la primera fase solo tiene un efecto activador, mientras que la segunda fase tiene un efecto calmante que reduce la frecuencia cardíaca y respiratoria, lo que lleva a un estado de relajación. A veces, el llanto es más beneficioso que la risa. Un estudio realizado en la Universidad de Florida encontró que el llanto es profundamente terapéutico, especialmente cuando actúa como un "remedio relacional", es decir, cuando nos acerca a otras personas. consuelo. También se ha descubierto que el llanto triste, que tiene la intención de crear nuevos vínculos después de una pérdida, tiene un enorme poder catártico.
4. No se ajustan a las expectativas socialesLas personas que no tienen miedo a llorar se sienten mucho más libres, son capaces de expresarse sin estar atadas por las convenciones sociales. Estas personas no temen defraudar a los demás y mucho menos mostrar su supuesta debilidad, porque saben que el llanto en realidad no implica nada de eso. Los que lloran están dispuestos a seguir sus instintos y no quieren sentirse condicionados por expectativas sociales. Esta conciencia les permite ser más libres y vivir según sus propias reglas. Estas personas son verdaderos "activistas" que luchan por una sociedad emocionalmente más sana en la que las personas no se vean obligadas a ocultar sus sentimientos.
5. Se conectan emocionalmente a través de las lágrimas.El llanto es una de las expresiones más íntimas de nuestros sentimientos. Cuando lloramos frente a alguien, es como si estuviéramos desnudando nuestras almas. Por tanto, las lágrimas ayudan a crear un vínculo muy especial, es como si nos conectamos directamente a través de nuestro "yo" más profundo. Cuando una persona "acepta" esta tristeza, sin tratar de escapar de ella o brindarle falsas palabras de aliento, sino que simplemente nos apoya y permanece a nuestro lado, se crea una conexión única. De hecho, una de las funciones del llanto es precisamente la de pedir ayuda, aunque sea de forma indirecta, mostrando nuestro desamparo y vulnerabilidad, para que otros vengan a consolarnos, por lo que el llanto y la tristeza no deben ser percibidos como un signo de debilidad, sino como un signo de fuerza interior y conciencia. No lloramos porque estemos débiles o incapaces, sino porque estamos vivos y no nos da vergüenza expresar lo que sentimos, así que escuchemos al poeta argentino Oliverio Girondo: “Llora con lágrima clara. Llorando fuerte ... Llorando todo, pero llorando bien (...) Llorando por amor, asco y felicidad ... "