Los enemigos de la productividad nos hacen perder el tiempo y frustran nuestros esfuerzos. En este artículo los analizamos 7. Reconocerlos nos ayudará a evitarlos.
Última actualización: 10 septiembre, 2021
Los enemigos de la productividad llevan a tardar más de lo necesario en el desempeño de funciones laborales o derrochando recursos y esfuerzos para lograr un objetivo determinado.
Ser productivo es beneficioso para el trabajador y la organización para la que trabaja. Para el trabajador es importante, porque le permite ahorrar energía. Para la organización se traduce en el logro de los objetivos sin desperdicio innecesario de recursos.
Sin embargo, muchas veces termina siendo improductivo, sin siquiera saber por qué. La causa podría estar ligada a uno de los 7 grandes enemigos de la productividad que muchas veces pasan desapercibidos; teniendo un gran impacto en nuestro trabajo. ¿Qué son y cómo nos afectan? Hablamos de ello en las próximas líneas.
“La complejidad es tu enemigo. Cualquier tonto puede hacer algo complicado. Es difícil mantener las cosas simples”.
-Richard Branson-
Los 7 grandes enemigos de la productividad
1. Falta de motivación
La falta de motivación es uno de los mayores enemigos de la productividad. Cuando no sientes interés por lo que haces y no percibes su valor, no te comprometes. En otras palabras, no haces tu mejor esfuerzo para hacer las cosas de manera eficiente.
En algunos casos, la razón está relacionada con el hecho de que la empresa no ofrece suficientes incentivos. O bien, a dificultades personales que interfieren en la motivación del trabajador. En ambos casos se trata de un problema a analizar para corregir las distorsiones del caso.
2. Falta de organización
La organización y el orden son fundamentales para no perder el tiempo. No tiene sentido pasar 40 minutos buscando un archivo o una hoja que no sabes dónde está, por eso, ser ordenado y organizado en el trabajo es fundamental.
Sin embargo, para que esto sea posible, debe haber orden tanto física como mentalmente. El orden físico consiste en la organización de los materiales con los que se trabaja; mientras que el orden mental se logra a través de la planificación de tareas y actividades. la planificación nos puede ahorrar dos horas perdidas por el desorden.
3. Mala comunicación
Lo ideal sería establecer siempre una comunicación abierta, clara y respetuosa. Por el contrario, si un trabajador siente que no puede expresar libremente sus ideas e iniciativas, probablemente sentirá una fuerte desmotivación. De igual forma, si la tendencia es hablar de las cosas “en secreto”, el ambiente general será tenso y desmotivado.
Por otro lado, la comunicación franca y respetuosa hace que nos sintamos más involucrados e involucrados en las decisiones corporativas. Además, facilita las relaciones entre compañeros y consolida el sentido de pertenencia. Por lo tanto, se traduce en un mayor compromiso.
4. Ambiente de trabajo tóxico entre los enemigos de la productividad
El clima corporativo, además de las relaciones entre compañeros y superiores, también incluye el entorno físico. Cuando es positiva, la motivación se vuelve contagiosa, al igual que las actitudes constructivas y las relaciones positivas.
Por otro lado, cuando el ambiente en el trabajo es negativo, el ambiente se caracteriza por un desinterés generalizado, pereza mental y falta de compromiso. Para crear un ambiente positivo es necesario que cada uno haga su parte y que el estado de la estructura en la que se trabaja sea en buenas condiciones.
5. Los 7 grandes enemigos de la productividad: jornadas laborales extenuantes
El exceso de trabajo es uno de los mayores enemigos de la productividad. Algunas personas están convencidas de que para obtener más resultados hay que trabajar duro. En cambio, la realidad muestra que ocurre exactamente lo contrario.
Las largas jornadas de trabajo provocan cansancio, lo que inevitablemente afecta la productividad. El cuerpo y la mente necesitan pausas y descanso para recuperar su plena funcionalidad. Si no, empezamos a ser descuidados, torpes y repetimos error tras error.
6. Mala relación con el jefe
¿Quién no ha tenido nunca un mal jefe? Suele definirse así porque se comporta de manera prepotente, da órdenes contradictorias o siempre trata de atrapar a los subordinados. O, porque por el contrario es un jefe ausente, que nunca obtiene respuesta.
La principal diferencia entre líder y jefe es que el primero inspira, mientras que el segundo da órdenes. Por supuesto, aquellos que son capaces de inspirar tienden a motivar e involucrar.
Mientras que el que se limita a imponer órdenes, conduce sólo a la obediencia pasiva. Esto último contribuye a que seamos menos productivos.
7. Los 7 grandes enemigos de la productividad: las redes sociales
Las redes sociales se han convertido en enemigas acérrimas de la productividad, ya que ocupan y quitan un tiempo valioso en el trabajo. Lo peor es que la mayoría de las interrupciones dedicadas a esta actividad ni siquiera son particularmente constructivas.
Estamos tan acostumbrados a prestar atención a las notificaciones, independientemente de su importancia real, que paramos todo para cuidarlas.
Según algunos estudios, puede tomar hasta 2 para recuperar eso estábamos haciendo antes del descanso.
Conclusiones
Reflexionar sobre los factores que afectan a nuestra productividad es muy importante. Por otro lado, son aspectos que en gran medida son fáciles de modificar y que, una vez corregidos, nos permitirían ser más productivos y eficientes. Vale la pena tener esto en cuenta y cambiarlos si es necesario.