Una persona que lucha contra el pesimismo debe aprender a no rendirse ante las dificultades o cuando las cosas no salen según lo planeado. Debemos aprender a buscar alternativas para superar los problemas.
Última actualización: 04 de febrero de 2022
Ver el mundo teñido de gris, pensar que los que nos rodean conspiran contra nosotros, dar mucho peso a las emociones negativas, encontrar dificultades en todo y creer que hasta los pequeños problemas son insuperables. En estos casos es útil saber combatir el pesimismo que se ha apoderado de nuestra vida.
Ningún pesimista ha descubierto jamás los secretos de las estrellas, ni navegado hacia tierras desconocidas, ni abierto nuevas puertas al espíritu humano.
-Helen Keller-
Uno se vuelve pesimista, uno no nace
Algunas personas piensan que son pesimistas "por naturaleza", pero se equivocan. Nadie nace pesimista, es la vida la que nos enseña a ser. A medida que acumulamos frustraciones y experiencias difíciles de aceptar, "aprendemos a ser pesimistas".
El pesimismo es una actitud que no nos ofrece ningún beneficio.de hecho, nos hace caer en un laberinto sin salida. Puede llevarnos a vivir en un círculo vicioso del que quizás no podamos escapar.
Nuestros pensamientos y actitudes tienen una poderosa influencia en todo lo que hacemos. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que lleguen las soluciones o poner toda nuestra confianza en el azar para que la suerte se cruce en nuestro camino.
Cambia tu actitud para combatir el pesimismo
Las personas pesimistas creen que no vale la pena luchar, porque hagan lo que hagan, nada cambiará. Se refugian en la pasividad y la desesperación. En otras palabras, siempre ven el vaso medio vacío.
Pero podemos remediar este sentimiento. Cambiar nuestra actitud ante la vida está en nuestras manos. Cualquiera que se lo proponga de nuevo puede tomar las riendas y apostar por una mirada más optimista, que influirá en su estado de ánimo y recompensará satisfactoriamente en el día a día.
Combatir el pesimismo significa cambiar hábitos que nos llevan a centrarnos en pensamientos y emociones negativas.
Repensar lo que nos hace sentir así será el primer paso que tendremos que hacer para reenfocar nuestra actitud ante la vida. Muchas veces se trata de descubrir que el pesimismo es una actitud heredada, quizás por la educación recibida en la familia.
El siguiente paso es darnos cuenta de que podemos transformar este hábito. y cambiar la inercia del pensamiento negativo. Para conseguir nuestro objetivo, debemos intentar ser más optimistas y disfrutar de los momentos felices para poder vivir la vida de una forma menos traumática.
¿Es realmente gris el futuro que nos espera?
Te invitamos a sentarte y reflexionar sobre esta creencia. ¿Se basa en una base sólida o es solo una idea que se te ocurre? Es común que una persona pesimista siempre vea el futuro dramáticamente, pero en la mayoría de los casos se debe al miedo.
Las cosas no siempre saldrán como queremos, pero es solo una situación pasajera.
Necesitamos cambiar el chip, convertir nuestros pensamientos negativos en pensamientos más constructivos y positivos.. Necesitamos analizar qué sentimientos nos están causando malestar y nos llevan a esos pensamientos negativos y decidir cambiarlos por una respuesta más adecuada al problema o realidad.
Un ejemplo que puede ser muy ilustrativo: en vez de pensar “no aprobaré el examen”, sustituyámoslo por “he estudiado mucho y haré todo lo posible para aprobar el examen”.
Combatir el pesimismo es posible
Una persona que lucha contra el pesimismo debe aprender a no rendirse ante las dificultades o cuando las cosas no salen según lo planeado. Debemos aprender a buscar alternativas para superar los problemas.
Es importante interiorizar la máxima de que “de todo se aprende, incluso de las experiencias negativas”. el secreto es aceptar la derrota sin sentirse culpable o frustrado.
