Hasta la fecha, una definición exhaustiva de metales pesados no está disponible ya que, en varias ocasiones, se ha buscado un hilo conductor que pudiera llevar a una definición socialmente aceptada pero sin llegar a una conclusión satisfactoria.
Con certeza se puede decir que todos los metales pesados tienen características precisas:
> densidad igual o superior a 5,0 g / cm3
> actitud hacia la formación de complejos
> alta afinidad con sulfuros
> baja solubilidad de sus hidratos
> comportamiento comparable al de los cationes
Los metales pesados son componentes absolutamente naturales de la corteza terrestre del planeta que nos aloja, pero no se degradan por la actividad biológica y fotoquímica y siguen siendo no desechables.. En virtud de esto, podría llevar siglos eliminarse por completo del medio ambiente.
La ayuda viene de la naturaleza que, a través de erupciones volcánicas, incendios y mareas, inicia uno ciclación natural de metales, pero se le atribuye un papel aún más importante al hombre que, con demasiada frecuencia, abusa de la naturaleza alterando la tasa de liberación y transporte de metales pesados y aumentando drásticamente las emisiones.
Algunos metales pesados ingresan a nuestro cuerpo a través del agua., l'aria e los alimentos pero, en pequeñas trazas, algunos de estos elementos (cobre, selenio y zinc) son naturalmente parte de nosotros.
¿Cómo entiendo hasta qué punto los metales pesados están presentes en mi cuerpo?
Un examen específico del cabello (mineralograma) nos permite determinar la acumulación en los tejidos de minerales, en unos casos útiles y en otros tóxicos. El cabello, durante el crecimiento, retiene los minerales absorbidos por el cuerpo actuando como un indicador confiable de la identificación de la concentración de metales pesados presentes en los tejidos.
¿Qué daño pueden causar los metales pesados?
Los daños causados por los metales pesados son múltiples y variados. El aluminio causa daño al sistema nervioso central que resulta en demencia y pérdida de memoria. El arsénico puede causar cáncer linfático, de hígado y de piel. El cadmio provoca diarrea, calambres estomacales, fracturas de huesos y trastornos psicológicos. El manganeso contribuye a la coagulación de la sangre, genera intolerancia a la glucosa y conduce a trastornos del esqueleto. El níquel puede provocar embolia pulmonar, dificultad para respirar y reacciones alérgicas en la piel. La plata (E174) provoca migrañas, dificultades respiratorias, alergias y, en concentraciones elevadas, coma y muerte. La lista es muy larga y sirve para hacernos comprender cómo la exposición a metales pesados es continua y diaria hasta el punto de conducir a patologías, compromisos y muerte.
El mercurio, el cadmio, el plomo y el aluminio son los 4 elementos más responsables del daño ambiental y su toxicidad es alta para el ser humano, y para las especies vivas, ya que se unen a las estructuras celulares en las que se depositan dificultando el desempeño de funciones vitales, resultando en eliminación difícil.
Conocemos mejor los cuatro principales metales pesados de los que es bueno protegerse.
MERCURIO: es asimilado por las verduras y el plancton que ingresa en los eslabones de la cadena alimentaria y pasa al ser humano a través del consumo de pescado y verduras en la dieta. El mercurio almacenado que no se puede eliminar podría provocar episodios de insomnio, ansiedad, pérdida de memoria y, en casos extremos, llegar a efectos paralizantes y la muerte.
CADMIO: se asimila por el uso de fertilizantes e incineradores industriales, por el humo del cigarrillo y por las industrias de baterías y semiconductores. Es responsable de algunas formas de cáncer, hipertensión y trastornos del sistema reproductivo hasta problemas gastrointestinales y formas de arteriosclerosis.
DIRIGIR: propano al medio ambiente por vertidos industriales y combustión de combustibles. El mecanismo desencadenante lo lleva a reemplazar el calcio en los huesos e inhibir la producción de numerosas enzimas. La acumulación de plomo en el cuerpo conduce a trastornos cerebrales y formas de depresión de diversa gravedad.
ALUMINIO: se propaga en el medio ambiente gracias al uso masivo que se hace de él para la producción de utensilios domésticos aptos para la preparación de alimentos (ollas, cucharones, latas, etc.). Se deposita más en el cerebro provocando trastornos neurológicos que, en casos graves, degeneran en la enfermedad de Alzheimer.
Además, todos los metales pesados tóxicos pueden penetrar la placenta y causar defectos de nacimiento graves o abortos involuntarios inesperados.
Como reacciona nuestro cuerpo
El organismo dispone de un sistema desintoxicante endógeno que, debido a la altísima contaminación ambiental, no siempre consigue disminuir la toxicidad de los metales pesados que quedan atrapados en los distintos tejidos. El tipo y la gravedad del daño causado depende del tipo de metal y del lugar de acumulación. Se ha demostrado ampliamente que algunas enfermedades tienen una estrecha relación con la contaminación por metales pesados: aterosclerosis, Alzheimer y cáncer. Finalmente, los metales pesados acumulados en el organismo provocan un aumento de los radicales libres que, en grandes cantidades, conduce a un fuerte estrés oxidativo.
El fuerte poder de Moringa oleifera en la eliminación de metales pesados
La Moringa oleifera se presenta como una excelente solución a la sobrecarga de metales pesados dentro de nuestro organismo gracias a numerosas propiedades antagónicas.
OMEGA 3: La moringa es rica en Omega3 vegetales que, al no tener origen pescado, cumplen su función de antagonistas de metales pesados sin correr el riesgo de obtener el efecto contrario tomando Omega-3 derivados del pescado, a menudo cargados de metales pesados. Los omega-3, de hecho, son el elemento más importante para mantener eficientes todas las funciones cerebrales.
VITAMICA C: Moringa oleifera es muy rica en Vitamina C la cual tiene el poder de capturar y eliminar los metales pesados depositados dentro de nuestro cuerpo implementando un verdadero proceso desintoxicante.
ANTIOXIDANTES: Moringa oleifera es uno de los antioxidantes más poderosos presentes en la naturaleza con un índice ORAC de 157.000. La presencia de antioxidantes permite la eliminación de radicales libres que aumentan con el aumento de metales pesados para generar estrés oxidativo.
Algunos consejos más
HACER ACTIVIDAD FÍSICA: el movimiento permite eliminar los desechos depositados limpiando el cuerpo gracias a la estimulación del sistema linfático. La sudoración y la respiración que ayudan a eliminar los metales pesados no necesariamente tienen que ejercitarse con actividades físicas intensas sino también simplemente con una caminata de 50 minutos.
PON TUS ZAPATOS: traemos grandes cantidades de metales pesados a casa con nuestros zapatos. Es una buena práctica mantenerlos afuera para evitar esta contaminación.
ESCAPE DE LA CIUDAD: si te encanta el verde y tienes la oportunidad de vivir fuera del interior de la ciudad o simplemente de pasar el fin de semana en el campo, no esperes más y adopta de inmediato este buen hábito. Respirar buen aire con poca contaminación permite la eliminación de metales pesados y le da a tu cuerpo un poco de descanso.