Las naranjas tardías, el corazón y el sistema inmunológico
Las naranjas tienen un calendario de maduración muy gradual, los encontramos en el mercado todo el año, pero digamos que su ciclo se alarga de noviembre a mayo.
Los primeros frutos se pueden cosechar en noviembre (navelina) y los últimos solo un Mayo - junio (valencia tarde). Disfrutar de esta fruta que se encuentra en sus últimas etapas de temporada, pensando que solo 170 gramos de clavo son suficientes para cubrir las necesidades que nuestro organismo requiere con respecto a este alimento, o 85 mg por día.
Potente antiviral, naranja aumenta la capacidad de sistema inmune para protegernos de bacterias y virus. Las naranjas encontradas en este último período son las naranjas sicilianas tardías por excelencia, alcanzan el maduración ideal en mayo y recogen hasta junio. Es mejor comerlos en gajos, porque la mitad de la pectina de una naranja se encuentra en el albedo, la parte blanca y esponjosa que recubre internamente la corteza. Como todas las naranjas rubias, la naranja tardía es muy rica en azúcar, muy rica en vitamina C, de forma esferoidal, la piel fina es la naranja tardía por excelencia. Madura en abril, pero también se recolecta a finales de junio, antes de que, sin embargo, se produzca su típico enverdecimiento.
Naranjas entre los alimentos ricos en vitamina C: descubre los demás
Los valores de las naranjas
100 g de naranjas aportan 34 calorías, 50 mg de Vitamina C, 200 mg de potasio, 1,6 de fibra. Las naranjas sanguinas sicilianas incluyen Variedades Tarocco, Moro y Sanguinello y han sido reconocidos por la Unión Europea con el Marca IGP (indicación geográfica típica); es una variedad que tiene un fuerte acción antioxidante, beneficioso para el corazón y arterias.
La vitamina C mejora la absorción de hierro y es excelente en caso de anemia. No solo eso: si te sientes un poco fatigado, presa de cansancio y nerviosismo, comer una naranja es una gran solución, especialmente si lo come en trozos, incluyendo película blanca que los recubre: ser rico en rutina (además de, como hemos dicho, de pectina), aumenta la disponibilidad de vitamina C.
Las naranjas tienen la propiedad de activar nuestro metabolismo, contienen fructosa, sales minerales y vitaminas, además de C, también vitaminas del grupo B y P, ácidos orgánicos, incluido el ácido cítrico.