Por el escritor healthiergang , con especialización en Medicina y Cirugía.
Pinzamiento subacromial o tendinopatía supraespinoso
La tendinopatía del supraespinoso es un síndrome doloroso del hombro causado por una compresión del tendón del músculo supraespinoso durante la elevación del brazo, muy común entre los deportistas.
Sin embargo, para comprender mejor su naturaleza, se requiere un pequeño viaje dentro de la compleja estructura musculoesquelética del hombro.
Un poco de anatomía
El manguito rotador está formado por cuatro músculos con sus tendones (supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor); algunos de ellos se ubican debajo del acromion, una pequeña extensión ósea del techo de la escápula, dentro de un espacio llamado “subacromial”, que debe tener una anchura tal que permita el deslizamiento de los tendones. Para facilitar los movimientos de esta compleja articulación, hay una bolsa llena de líquido lubricante.
Siempre que, por motivos deportivos o laborales, el brazo se eleva más de 90 ° con respecto al tronco, se produce un estrechamiento del espacio entre la cabeza humeral y el acromion; por lo que la repetición de estos movimientos, con el tiempo, provocará el desarrollo de un estado inflamatorio.
Ejercicios como tirones de mentón, levantamientos laterales en rotación interna, banco sin arco adecuado, predisponen a la aparición de este síndrome, por lo que es recomendable mantener un bonito arco vertebral mientras se realizan ejercicios de press de banca; si luego extrarotemos el húmero durante las elevaciones laterales, nuestro supraespinoso será inmune a cualquier agresión.
Tres etapas de gravedad
La enfermedad tiene tres etapas de gravedad:
- en el primero hay inflamación de los tendones y disminución de la capacidad motora;
- en la segunda etapa comienza la degeneración del tendón y el dolor se vuelve cada vez más intenso;
- en la última etapa se produce una rotura completa del manguito rotador.
El síntoma de inicio está representado por un dolor en el hombro, espontáneo o secundario a un traumatismo leve, acompañado de una reducción progresiva de la motilidad articular y la aparición de dolor incluso durante el descanso nocturno.
El diagnóstico lo realiza el ortopedista o fisiatra, que debe ser consultado lo antes posible, tras una exploración cuidadosa y muchas veces la solicitud de pruebas como ecografía o resonancia magnética, para valorar el estado de la articulación.
Terapia
El tratamiento del síndrome depende del estadio de la enfermedad y la gravedad de los síntomas.
Es mejor prevenir que curar
Dado que la falta de tono del manguito rotador es una de las principales causas determinantes del pinzamiento subacromial, es fundamental afrontar un trabajo específico para prevenir este molesto fenómeno y afrontar con serenidad tus entrenamientos.
Los ejercicios que nos pueden ayudar en nuestro objetivo por excelencia son la rotación intra y externa del húmero en aducción, utilizando pesos modestos.
Otros ejercicios útiles son:
- remero con elástico de pie;
- abducciones con el brazo flexionado a 120 ° en el plano de la escápula;
- prensa de piso;
- prensa militar;
- derribar.
Por último, pero no menos importante, el estiramiento, que nos permite, si se hace correctamente, mejorar la movilidad articular, tratar y prevenir la tendinopatía del supraespinoso.
¡Buen ejercicio!