Rico en vitaminas, fibras y minerales, las avellanas, además de ser buenas, sabrosas y aptas para la preparación de platos dulces y salados, también son un arma natural para combatir eficazmente el colesterol malo y las enfermedades cardiovasculares.
Siempre que, por supuesto, se tomen de forma regular y en dosis moderadas. Para disfrutar plenamente de tu ala ciudad de avellanas, te ofrecemos la receta para hacer rosquillas simples de vino tinto con avellanas picadas.
Ideal parala hora del té o Para un refrigerio al mediodía, estas galletas de avellana también pueden convertirse en dioses pequeños obsequios de Navidad para amigos y familiares: organizarlos en uno caja de cartón crudo reciclado, ¡Ciérralo con una cinta roja y colócalo debajo del árbol! ¡Un regalo económico, sencillo y eco-sostenible!
ingredientes:
- un vaso de aceite
- una copa de vino
- 2 vasos de azúcar morena
- media cucharadita de vainas de vainilla
- 500 g 0 o 1 harina
- 200 g de avellanas picadas y tostadas en una sartén durante 2 minutos (naturalmente usa las típicas de tu zona)
preparación:
En un tazón grande combine el aceite, el vino, el azúcar de caña y las semillas de vainilla; luego mezcla todo con una cuchara de madera hasta obtener un líquido homogéneo.
Agrega la harina tamizada poco a poco y amasa hasta obtener una mezcla similar a la de la masa quebrada (tersa, blanda y elástica).
En este punto, añada las avellanas picadas y tostadas a la mezcla, y trabaje con las manos hasta obtener una pasta homogénea: las avellanas picadas deben estar bien repartidas.
Cuando obtengas una mezcla suave y homogénea, divídela en varios trozos y haz palitos estrechos y largos (de 1 cm de grosor aproximadamente y 7-8 cm de largo), luego une y sella bien los dos extremos, formando rosquillas, y colócalos en un bandeja de horno forrada con papel pergamino.
Hornea a 180 grados en un horno precalentado durante unos 20 minutos, luego sácalos del horno, déjalos enfriar y sírvelos.