La conexión emocional que creamos con las personas que nos rodean es un poderoso combustible para el alma. Todos necesitamos comprensión y validación. Sentir que hay, al menos, otra persona en el universo, que nos comprende y nos apoya.
Sin embargo, en una sociedad hiperconectada, estamos cada vez más conectados, pero también más ausentes y, por tanto, más solos. Muchas personas están presentes físicamente, pero distantes mental y emocionalmente. Asienten distraídamente con la cabeza mientras miran sus teléfonos móviles. Olvidan la conversación porque nunca se involucraron.
Por supuesto, no podemos conectarnos emocionalmente cuando nuestras cabezas están en otra parte. La resonancia empática, por otro lado, implica conectarse con el mundo interior del otro para ayudarlo a enfrentar los problemas o simplemente brindarle el apoyo que necesita.
¿Qué es exactamente la resonancia empática?
El concepto de resonancia empática tiene sus raíces en la Psicología Humanista. En el contexto de la psicoterapia rogeriana, la resonancia empática implica una forma más profunda de experimentar la relación interpersonal ya que tiene en cuenta lo que el otro expresa, tanto lo que dice, lo que calla, lo que expresa con palabras como lo que expresa con lenguaje corporal. .
A diferencia de la empatía, la resonancia empática no implica hacerse a un lado para ponerse en el lugar de la otra persona, sino utilizar nuestro "yo" para conectar con la otra persona, siendo lo más receptivo posible a sus vivencias, sentimientos e ideas, pero sin perder de vista. de a quién pertenecen los sentimientos de cada persona.
Ayudar a los demás al no dejar que sus problemas nos arrastren con ellos
La empatía ganó protagonismo mientras que el concepto de resonancia empática permaneció en las sombras. Sin embargo, es fundamental ayudar a los demás sin dejarse llevar por la tormenta.
La empatía es el intento de sintonizarnos con las experiencias y emociones del otro. Es ponerse en su lugar. Pero a menudo la empatía no despega y se limita a la simpatía o la preocupación empática que puede dañarnos a nosotros y a los demás, impidiéndonos tomar la distancia psicológica necesaria para ser útiles.
La resonancia empática no implica ser "idéntico" al otro, sino mantener algún tipo de separación. Esa distancia es la que nos permite dar la ayuda adecuada. La resonancia empática nos permite experimentar su situación, pero de una manera diferente, a menudo más completa. Entonces los árboles no nos impiden ver el bosque. Es posible que podamos identificar los principales problemas y conflictos del otro o las estrategias disfuncionales que están poniendo en práctica.
La resonancia empática implica experimentar los propios problemas y emociones, pero sin que estas empañen nuestra racionalidad porque los límites de nuestro "yo" no se borran, sino que actúan como una capa defensiva necesaria que nos permite ofrecer la ayuda adecuada.
¿Cómo desarrollar la resonancia empática? Habilidades esenciales
• Conciencia y atención plena. Es el primer paso sin el cual es imposible conectar emocionalmente con el otro. Consiste en estar plenamente presente en el aquí y ahora, prestando atención a nuestro interlocutor. Implica una presencia genuina y un interés sincero por las preocupaciones del otro.
• Investigación experiencial. Implica una búsqueda activa de las experiencias más complejas del otro. Significa ir más allá de lo que ves y no quedarte satisfecho con lo superficial, sino intentar profundizar en el significado más profundo que generalmente se esconde detrás de las palabras.
• Expresión emocional activa. Significa poner en palabras o traducir en acciones lo que sentimos. Cuando expresamos nuestra vulnerabilidad o nos abrimos emocionalmente, animamos al otro a hacer lo mismo para conectarse a un nivel más profundo. No se trata de avergonzarse del dolor, el fracaso o cualquier otra emoción, sino utilizarlos para tender puentes.
• Apreciación incondicional. Cualquier crítica o intento de juzgar cancela la empatía. Es por eso que la resonancia empática requiere una apreciación incondicional. No significa necesariamente estar de acuerdo con las ideas del otro, sino validar sus experiencias emocionales mostrando una aceptación incondicional para que la persona se sienta comprendida y apoyada.