Muchos asocian la creatividad con la expresión artística, pero en realidad es mucho más. Podemos y debemos ser creativos en todas las demás áreas de la vida también. ¿Los creativos nacen o se hacen? Y, en este último caso, ¿se puede enseñar?
Última actualización: 11 de febrero de 2020
Cuando pensamos en la palabra “creatividad”, tendemos a imaginar la inspiración espontánea de un artista mientras crea una obra extraordinaria. Esta capacidad, sin embargo, es inherente a todos los seres humanos. Si bien en algunas ocasiones surge de manera natural y espontánea, también puede ser el resultado de un proceso estructurado. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta original es sí, la creatividad se puede enseñar.
El concepto de creatividad, tal como lo conocemos, fue introducido por Guilford hace más de medio siglo y aún conserva su definición en la actualidad. Según el psicólogo estadounidense, la creatividad se refiere a la capacidad de crear algo nuevo y válido.
Esta idea es aplicable a cualquier expresión del ser humano. Por lo tanto, uno puede ser creativo en un sentido artístico, en la solución de un problema, en la formulación de una teoría, etc.
¿La creatividad es innata o adquirida?
Pocos cuestionan el hecho de que la creatividad es, en mayor o menor medida, intrínseca al ser humano.
Sin embargo, muchos autores opinan que, independientemente del nivel de partida o de la genética, también importan las oportunidades de ser original, flexible o sensible; todas las condiciones importantes. Esta capacidad, por lo tanto, es sensible a la experiencia y se ve motivada o reforzada por los desafíos que enfrentamos en el camino.
Otros autores, en cambio, defienden el concepto de que todos los niños nacen creativos. Se sabe que durante la infancia, entre los 3 y los 5 años, pasamos por la típica fase de preguntas y pensamiento divergente. Es un momento de intensa creatividad que, con un entorno y refuerzo adecuados, puede estabilizarse a lo largo de la vida. En otras palabras, la creatividad es un bagaje que se recibe al nacer, el problema es que se va perdiendo con los años.
En cualquier caso, y aunque sea un proceso complicado, la creatividad se puede enseñar y entrenar. Por otro lado, todo lo que se puede aprender también se puede enseñar. Para ello, es fundamental desarrollar la actitud creativa (imaginación, curiosidad, sentido crítico); además, se necesita confianza en uno mismo, proactividad, tolerancia a la frustración y perseverancia en la consecución del objetivo.
“La creatividad es contagiosa. Pásalo. "
-Albert Einstein-
La creatividad se puede enseñar, pero ¿cómo?
Según los expertos, la creatividad se puede enseñar, pero hay que tener en cuenta algunos aspectos. Deber:
- A partir de los intereses del sujeto, teniendo en cuenta sus habilidades;
- Estimular constantemente la imaginación y la curiosidad;
- Fomentar el uso de diferentes materiales, ideas y métodos;
- Ayude al alumno a explorar, investigar, experimentar. En otras palabras, siempre afrontando nuevos retos, descubriendo necesidades y estrategias;
- Estimular la autocrítica y la autoevaluación, habilidades que permitan al alumno comprender si el resultado es útil y válido;
- Promover la adquisición de conocimientos específicos y útiles para el proceso creativo;
- Enfatice que la creatividad está determinada por motivación y compromiso;
- Entrenar habilidades básicas como lenguaje, resolución de problemas, orientación a metas;
- Estimular el confianza, la libertad de expresión de las propias ideas;
- Y por supuesto, permitir el inicio del proceso creativo, en un equilibrio entre libertad y estructura.
¿Qué nos impide ser creativos?
Si bien las pautas enumeradas anteriormente ayudan a estimular la creatividad, otros factores pueden, por el contrario, obstaculizarla..
- Primero, la experiencia individual puede haber enseñado o reforzado patrones para los cuales otras formas de operar o expresarse no son válidas. El pensamiento convergente tiene una sola forma de hacer las cosas.. En este sentido, es importante animar al alumno a seguir caminos más creativos como valor añadido a la obtención del resultado.
- Actualmente la motivación extrínseca es la más buscada y fortalecida ya que ayuda a ajustarse a parámetros cerrados y estables. Un ejemplo de esto es obtener una buena calificación o recibir elogios del jefe. Sin embargo, para nutrir la creatividad y la imaginación es necesario seguir nuevos caminos y alternativas. Por tanto, será fundamental encontrar la motivación intrínseca en el alumno y estimularla.
- Finalmente, es necesario tener en cuenta la necesidad humana de identificarse con el grupo de pares; esto nos lleva a desarrollar conductas en consonancia con las de los demás. Para estimular la creatividad, por tanto, debemos partir de una educación que fomente la autonomía y nos permita desarrollar rasgos personales y únicos.