En la sociedad actual, principalmente por el éxito de Internet y los nuevos emprendedores que han generado millones de beneficios con sus negocios online, se ha asentado en el imaginario popular la creencia de que para crear algo bastante original basta con despertar cualquier día. y tener una idea interesante. Pero, ¿es realmente así? ¿Hasta qué punto son importantes el azar y la probabilidad en la creatividad?
Muchos descubrimientos extraordinarios ocurren debido a alguna circunstancia imprevista que de repente interviene en el trabajo de un investigador. Un ejemplo clásico es la forma en que Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1928. Fleming notó que un cultivo de bacterias había sido invadido por moho a través de esporas que habían entrado por la ventana del laboratorio. Alrededor del moho se había formado un anillo de bacterias muertas que le permitió reconocer un hongo llamado penicillium notatum, del que finalmente hizo un concentrado activo llamado penicilina.
En este caso, el buen tiempo y una ventana abierta jugaron un papel decisivo, pero aún no podemos desconocer que Fleming era un bacteriólogo con más de diez años a sus espaldas en el estudio de esta materia, porque si sucediera tal cosa probablemente lo haríamos. No he descubierto nada. Sin tener en cuenta que durante el siglo anterior otros expertos ya habían informado que los hongos de la familia del penicillium mataban gérmenes, pero ninguno de ellos había logrado el mismo resultado que Fleming.
Serendipity: una bendición solo para aquellos que están preparados
Lo cierto es que la historia está llena de casos como este, que muchas veces se cuentan en los libros como anécdotas curiosas, pero en realidad son mucho más que eso. En psicología, el término "serendipia" se utiliza para indicar la capacidad de hacer un descubrimiento a partir de un evento aleatorio, inesperado o accidental. También se aplica al momento en el que al buscar una cosa uno se encuentra con otra.
Este concepto fue introducido en 1754 por el autor inglés Horace Walpole, para describir algunas de sus creaciones. Se basa en un cuento de hadas titulado: “Los tres principios de Serendip”, que narra las aventuras de unos personajes que utilizaron su sabiduría para hacer descubrimientos impredecibles.
Todos estos episodios revelan un aspecto crucial del proceso creativo y algunos pueden pensar que ese factor es la "suerte", pero en realidad, detrás de estos éxitos se esconde un período de larga preparación, dedicación y esfuerzo. En otras palabras, sin el conocimiento necesario, el mundo estaría lleno de serendipia. ¡Pero no lo es!
Esto se debe a que hay muchas áreas en las que es virtualmente imposible hacer una contribución creativa si no está debidamente preparado. De ahí que sea necesario estudiar o al menos conocer las aportaciones que otros han hecho anteriormente para hacer un producto verdaderamente diferente. De hecho, Louis Pasteur lo definió mejor cuando dijo: "El azar favorece sólo a las mentes preparadas".
El conocimiento es lo que le da sentido al azar, sin él, un hecho que para un científico podría ser revelador, la pista que faltaba, para el resto de la gente es simplemente un hecho fortuito que son incapaces de situar en un contexto más amplio. amplio.
¿A dónde nos llevan estas reflexiones?
El hecho de que la creatividad no es un logro gratuito, aunque en algunos casos puede verse favorecido por la casualidad. A la conclusión de que se necesita mucho trabajo para obtener un resultado original, distinto al que ya existe. El hecho de que la creatividad no es un simple regalo, sino que requiere años de compromiso y dedicación. A que para desarrollar algo creativo también es necesario proponerlo, ser proactivo y seguir un camino que, paso a paso, nos llevará a descubrir algo nuevo.