Il El 65% de las personas que pierden peso recuperan los kilos perdidos en tres años.. Decir que es un estudio realizado por el equipo liderado por Gary Foster, director clínico del programa de Trastornos de la Alimentación y el Peso de la Universidad de Pensilvania.
Siempre llama la atención
Una vez que haya alcanzado su peso ideal, es facil recuperar los kilos perdidos. «Sucede porque la mente, después de haber luchado por mantener la atención durante la dieta restrictiva, día tras día empieza a relajarte, a bajar el control hasta la desinhibición de los alimentos ”, explica Claudia Romani, psicoterapeuta experto en trastornos alimentarios.
«En la dieta posterior, peligroso mecanismo de gratificación: nos vemos hermosos y esbeltos y nos lleva a pensar que un plato extra de pasta no puede hacer nada al respecto ”, prosigue el experto que sugiere tres ejercicios para mantener el peso alcanzado.
1. Imagínese delgado
Piense en un alimento que comía a menudo antes de la dieta., visualizada mientras se atiborraba y colocaba, alrededor de la imagen, un marco brillante. Conviértalo en un pequeño cuadrado que colocará en un rincón de su mente.
Ahora, imagínate delgado y en forma, mientras disfruta de una comida sana y ponga un marco aquí también. Oscurezca el primero cada vez más y haga que el otro sea claro y brillante hasta que vea solo el último. Mientras tanto, recuerda mentalmente el sonido ssssswisshhhh.
Repite la secuencia 5 veces: al final te resultará difícil visualizar la imagen inicial porque tu mente te propondrá la relativa al cambio.
2. Usted transgrede a menudo
Si tienes miedo de caer en la trampa de la tentación fácil, haz una lista escrita de todos los alimentos que te gustan Es más; enfatiza tres veces las que no puedes prescindir, dos veces las que te gustan mucho y una vez las que pueden esperar.
Una vez hecho esto, cree una rotación: dos veces por semana disfrute de una comida que haya destacado comenzando con las que tienen tres líneas. Es posible que al final de todo el ciclo que consta de 3, 2, 1 no querrás empezar de nuevo porque ya no vivirás esos alimentos como una transgresión a la que aspirar sino como parte integral de tu rutina.
3. Piense antes de actuar
Si comes como reacción a un episodio negativo o un poco de estrés que pone en peligro el trabajo realizado, empieza a trabajar en ti mismo para no te dejes influenciar por los acontecimientos de la vida.
La próxima vez que tenga antojos de comida sin medida para apaciguar una emoción, quédese quieto un par de minutos y evalúe la importancia del asunto, desde un punto de vista externo. Mientras piensa, sienta que la ira o la irritación recorren su cuerpo hasta que se calma. Una vez hecho esto, respire profundamente cinco veces y pronuncia la frase: “Respeto el trabajo realizado hasta ahora y lo llevaré a cabo con determinación”.