Los altibajos emocionales durante el aislamiento son una realidad psicológica completamente normal. Debemos entender que actualmente es imposible sentirse bien las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 18 de febrero de 2022
Los altibajos emocionales durante el aislamiento son normales y frecuentes. Muchas personas experimentan cambios de humor a lo largo del día, pasando de la motivación a la desesperación, de la calma a esa angustia que invade el estómago y crea confusión en la mente. Esto es completamente normal.
No tenemos que poner carne en el fuego de la mente preguntándonos si estamos sufriendo de trastorno bipolar. Esta condición psicológica, de hecho, va mucho más allá de los cambios de humor. Lo que nos está pasando, a grandes rasgos, es que estamos expuestos a una situación desconocida, a un escenario inesperado al que el cerebro, el cuerpo y las emociones están reaccionando. Todo esto cae dentro del ámbito de lo predecible.
Más allá de lo que podamos pensar, este contexto no es nuevo para algunas personas. Los astronautas conocen bien el aislamiento. Y también los presos, que pasan meses y años en la cárcel. Hay niños con enfermedades inmunológicas que viven parte del tiempo encerrados en casa y no podemos olvidar a los investigadores que pasan meses encerrados en laboratorios de la Antártida.
Lawrence Palinkas de la Universidad del Sur de California es uno de los expertos en estos temas. Sus estudios sobre la adaptación psicosocial en ambientes extremos nos ofrecen datos importantes para entender lo que estamos viviendo en el momento presente.
El aislamiento tiene un fuerte impacto psicológico, sobre todo después de 15 o 20 días.
Altibajos emocionales durante el aislamiento: ¿por qué ocurren?
Puede pasar que te despiertes sin energía o que abras los ojos a un nuevo día sintiéndote desorientado a nivel temporal, sin siquiera saber por unos segundos qué día es. En unos instantes la mente recuerda nuestra realidad: la pandemia, la cuarentena, el aislamiento físico y social y la incertidumbre sobre cuándo retomaremos nuestra vida.
En el desayuno solemos tener el primer intercambio de mensajes con familiares y amigos. Pensemos en lo que haremos hoy y esto nos da una dosis de energía y motivación.
Con el paso de las horas y sin saber por qué, aparece esa neblina que lo vuelve todo opaco y borroso. El alma se desanima y la tristeza lo invade todo. ¿Por qué nos pasa esto? ¿Quizás estamos desarrollando un problema mental? Analicemos algunos aspectos para entender las razones detrás de estos altibajos emocionales durante el aislamiento.
Incluso si hacemos nuestro mejor esfuerzo, no podemos estar bien todo el tiempo
No importa cuán desafiante sea nuestra rutina. Ni siquiera importa ser optimista, tener palabras de consuelo hacia nosotros mismos y hacia los demás. Todos nosotros, viviremos momentos de pesadilla. Y experimentar esta sensación en algún momento del día es completamente normal.
Nos engañamos a nosotros mismos incluso tratando de mantenernos saludables las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Por deprimente que parezca, tendremos que vivir con nuestras emociones negativas durante algún tiempo. Serán como molestos compañeros de piso que vienen a visitarnos de vez en cuando y que tendremos que entender y asistir.
No intentes forzar otras emociones: cada una de ellas tiene una razón de ser
Cuando te sientas desanimado o frustrado, no trates de evitarlo, no te obsesiones con querer reponer estas emociones y tratar de sentirte alegre. El mundo emocional no funciona así. GRAMO.Los altibajos emocionales durante el aislamiento también son una válvula de escape para el cerebro. Este órgano social necesita la vida cotidiana como antes.
Una vez que se percibe un cambio tan drástico, el siguiente paso es una llamada de atención que se traduce en estrés y miedo; en las emociones reguladas por nuestra amígdala. En consecuencia, cuando surgen estos estados de ánimo es posible confundirlos con otros.
Es necesario aceptarlos y, sobre todo, darles sentido:: “Es normal que me sienta así, es una situación nueva e inesperada. Solo tengo que tratar de evitar que las emociones negativas se apoderen de mí. Los acepto, los entiendo y los dejo ir”.
Busca canales para encontrar la calma mental
Todos estamos sufriendo altibajos emocionales en este período de cuarentena. Niños, adultos y ancianos, pero hay algunas categorías de personas mucho más vulnerables.
Quienes hayan sufrido depresión o padezcan algún trastorno psicológico o problema de salud mental tendrán más dificultades para regular estos estados emocionales.
Altibajos emocionales
En caso de cambios de humor es importante poder contar con apoyo psicológico, médico y social, ya sea que haya una red de apoyo cerca o lejos que pueda ayudar. Dejando de lado estas situaciones particulares, en la mayoría de los casos, como decíamos, los altibajos emocionales son completamente normales y podemos manejarlos. Podemos hacerlo de la siguiente manera.
Debemos entender que más allá de “emociones negativas y positivas” o “sentirse bien o mal”, el secreto está en saber qué hacer con estas emociones. Claramente no podemos sentirnos bien y ser 100% productivos, pero podemos mantener la calma.
Esto es posible encontrando aquellos canales que fomentan una buena conexión con nosotros mismos. Es, metafóricamente hablando, mantener los pies en el suelo, la mente concentrada y el corazón en equilibrio.
Así, actividades como hablar con familiares o amigos que nos ayuden a desahogar nuestras emociones siempre son una ayuda. Pero también dedicar tiempo a tareas creativas que nos relajen, como cocinar, pintar, modelar, escribir, etc.
Este no es el momento de ser productivo, es el momento de cuidarnos, de mantenernos en modo "supervivencia". Esto requiere abrir el abanico de emociones que nos pueden visitar en el espacio de un día. Si lo hace, nos ayudará a superar esta experiencia con éxito.