De todas las habilidades que permiten al individuo desarrollarse como ser social, la empatía es una de las más importantes. Mejorarlo, por tanto, es casi una necesidad.
Última actualización: 25 marzo, 2021
La empatía nos permite desarrollarnos como seres sociales, ya que nos ayuda a comprender a los demás y comunicarnos. Gracias a esta habilidad entendemos que también existen perspectivas diferentes a las nuestras y que cada persona ve el mundo a partir de sus experiencias. Por lo tanto, nos ayuda a construir vínculos más fuertes y, de alguna manera, nos hace más cautelosos al juzgar a los demás. Por todas estas razones, es de gran importancia desarrollar la empatía.
Gracias a él, será más fácil entender cómo se sienten los demás., y al mismo tiempo expresar nuestras emociones. La empatía es un arte, una habilidad que nos permite conectarnos con otras personas y fortalecer nuestros lazos.
Simpatizar no es empatizar
En primer lugar, es importante distinguir la simpatía de la empatía, especialmente desde un punto de vista psicológico. Según el diccionario Garzanti, la simpatía es un "sentimiento de atracción o adhesión instintiva" mientras que la empatía es la "capacidad de identificarse con otra persona hasta el punto de captar sus pensamientos y estados de ánimo".
Esta diferencia es ciertamente importante. De hecho, muchas veces estamos convencidos de haber empatizado con alguien cuando, en realidad, no es así. Ser amable y agradable con los demás no nos hace empáticos; para llegar a este estado es importante ir más allá, es necesario tratar de entender a la otra persona, desde su punto de vista y no desde el nuestro.
Desarrollar empatía para resolver conflictos.
Gracias a la conexión emocional y cognitiva que nos permite esta habilidad, podemos resolver los conflictos pacíficamente. Al comprender a los demás, será más fácil no dejarse llevar por el impulso.
Empatizar significa comprender, por ejemplo, por qué una persona se siente infeliz después de perder su trabajo o eufórica cuando se entera de que está a punto de tener un hijo. Por lo general, relacionar eventos con nuestras experiencias es un buen mecanismo de empatía.
Existen algunos ejercicios que nos permiten desarrollar esta habilidad. Son sencillas de realizar y pueden ayudarnos significativamente a mejorar nuestra relación con el medio ambiente.
¿Cómo desarrollar la empatía?
En primer lugar, es importante entender que el nuestro desarrollo personal y nuestro progreso pueden depender en gran medida de la inteligencia emocional. Por tanto, antes de intentar poner en práctica estos ejercicios, debemos tratar de comprender la importancia de desarrollar este tipo de inteligencia.
A continuación, podríamos empezar a practicar los siguientes ejercicios.
1. Mejorar las habilidades de escucha
Para comprender a los demás, es muy importante saber escuchar; pero escuchar no significa escuchar lo que se nos dice. Para escuchar de verdad debemos prestar toda la atención al mensaje no literal y la comunicación no verbal.
Para mejorar la habilidad de escuchar también es muy importante:
- No interrumpas.
- No expresemos constantemente nuestra opinión.
- Escuche el mensaje sin juzgar.
- Presta atención a no comunicación verbal.
Este último punto es el más importante, ya que nos da pistas relativamente fáciles sobre lo que realmente siente la persona que tenemos delante.
La información pragmática, ya sea gestual, prosódica o el sistema de creencias y opiniones de la persona, determina en gran medida nuestra forma de comunicarnos y el éxito del intercambio entre dos personas.
Por esta razón es importante tratar de entender cómo funciona el sistema emocional de la otra persona, a través de la interpretación de sus esquemas de comunicación no estrictamente verbales. En otras palabras, la forma en que se dice algo suele ser más importante que el contenido del mensaje.
2. Desarrolla la empatía eligiendo la calma
Aprender a mantener la calma nos ayuda a desarrollar la empatía: sin tranquilidad, nuestra capacidad de escucha puede verse reducida.
Si queremos mejorar nuestra capacidad de escucha, es importante partir de un estado de ánimo relajado y abierto a diferentes formas de comunicación. En este sentido, prácticas como control de la respiración o meditación puede ser de gran utilidad.
3. Concéntrate en la paciencia
La paciencia también está íntimamente ligada a la empatía. Para comprender los procesos cognitivos y emocionales del entorno que nos rodea, necesitamos tiempo y debemos usarlo con paciencia.
Quizás al principio nos negemos inconscientemente a comprender al otro, pero con un poco de paciencia, las posibilidades de llegar a este estado serán mayores.
4. Comprender las emociones, no la mera información
Este punto es fundamental si queremos desarrollar la empatía con éxito. Como ya hemos visto, la empatía puede, en ocasiones, tener poco que ver con el mensaje literal; en reversa, tiende a estar más relacionado emocionalmente.
En este sentido, cuanto más nos preocupamos por las emociones de los demás, más empáticos podemos ser. Por ejemplo, ante un enunciado como “ayer me ascendieron en el trabajo” una persona con poca empatía o poco interés podría preguntar “¿Qué vas a hacer ahora? ¿Trabajarás más horas?”.
El regalo más precioso que podemos dar a los demás es nuestra presencia. Cuando nuestra atención abarca a las personas que amamos, florecen como flores.
-Thich Nhat Hanh-
Una persona más empática, en cambio, podría responder algo como: “¿Cómo te sientes? Me imagino maravillosamente. Entonces hay que celebrar". Esta actitud muestra una mayor interés en lo que siente la persona, más que por los aspectos prácticos del asunto.
Después de todo, comunicarse no es solo un intercambio de palabras; Por supuesto la comunicación verbal representa un pequeño porcentaje de lo que realmente comunicamos. Mucho menos, aunque no lo parezca, que la comunicación emocional.