El tiempo se mide en horas, la vida en emociones

El tiempo se mide en horas, la vida en emociones

Nuestra historia personal también está escrita con la tinta de cada emoción vivida, cada miedo superado y cada momento feliz que ha dejado una huella imborrable en la mente y el corazón. Al fin y al cabo, la vida no está marcada por los años vividos, sino por las emociones vividas.

El tiempo se mide en horas, la vida en emociones

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre


El tiempo se mide en horas, la vida en emociones. Y son precisamente estas reacciones psicofisiológicas las que dan sentido a nuestra existencia. Alegría, felicidad, sorpresa, miedo, tristeza, asombro, nostalgia… Todos ellos, independientemente de su valor positivo o negativo, definen quiénes somos, marcan nuestro comportamiento y, al mismo tiempo, dan sentido a nuestras acciones.


La escritora y activista Helen Keller afirmó con razón que “las cosas más bellas del mundo no se pueden ver ni tocar. Hay que sentirlos con el corazón”. Ella lo sabía bien, porque siendo sordociega, aprendió a moverse y comprender su realidad a través de ese universo latente e invisible que muchas veces no apreciamos como deberíamos: las sensaciones, las relaciones, los sentimientos…

A menudo escuchamos que los humanos somos seres sociales. y que nuestro cerebro es un órgano racional, un conjunto de células y tejidos interconectados que dan forma a pensamientos, elecciones y comportamientos. Pero la verdad es otra: los humanos somos criaturas emocionales y el único lenguaje que entiende nuestro cerebro es el de las emociones.

Todo esto nos hace maravillosos, pero también tremendamente complejos. Interpretar la vida desde este punto de vista puede ayudarnos a tener un mayor control sobre ellas y vivirlas con mayor intensidad. Porque es cierto que el tiempo se mide en horas, pero la vida en emociones.



El tiempo se mide en horas, la vida en emociones: momentos de alegría, días de calma y momentos de tristeza

Las emociones regulan nuestra vida diaria de varias maneras.. Tales realidades biológicas no solo afectan cómo nos sentimos físicamente, con nuestro corazón acelerado cuando nos enamoramos o el dolor de estómago que sentimos cuando estamos inquietos. También afectan la forma en que pensamos y actuamos en algunos momentos.

La vida se mide en emociones porque son la banda sonora de cada momento nuestro. Tener muy clara la importancia de esta dimensión psicofisiológica es fundamental para nuestro bienestar. Es como nos permite entender que una mayor comprensión y control sobre las emociones puede afectar nuestra felicidad o, por el contrario, en el sufrimiento susceptible de cristalizar.

Las emociones hablan de nosotros y de nuestra historia personal

Nuestra existencia no se teje exclusivamente con los hilos de la felicidad. En este lienzo, único para cada uno de nosotros, también están los colores del dolor, la pérdida y la tristeza. Y es precisamente en este juego de matices y contrastes donde reside la auténtica belleza (y resiliencia) de la vida.

Pues bien, las emociones definen nuestra historia y nuestra persona. Para entender mejor este concepto, daremos un ejemplo. El final de una relación puede causar una herida permanente, un vacío que puede absorber toda esperanza y sentimiento; un dolor que puede cronificarse hasta el punto de impedirnos tener nuevas relaciones.

Situaciones similares son bastante comunes. En reversa, el tejido emocional de algunas personas se teje con resiliencia, lo que da una gran capacidad de sanación, de ir más allá, ganas de vivir, probar, experimentar… La vida se mide en emociones y, aunque algunas sean dolorosas, el sufrimiento no tiene por qué ser el único color de nuestra existencia.



Sentirse bien significa sentir la emoción adecuada en cada momento y saber gestionarla

Les Greenberg es un psicólogo canadiense que se hizo famoso por desarrollar la terapia centrada en las emociones. Lo que afirma en obras como Terapia centrada en la emoción es que cuando se trata de emociones, todos estamos un poco desprevenidos. Los reprimimos, los engañamos, no sabemos ponerte un nombre y muchas veces nos dejamos llevar por ellos sin pensar en las consecuencias.


Es bueno entender que sentirse bien significa sentir la emoción adecuada en cada momento y saber gestionarla. ¿Qué significa? Significa, por ejemplo, que cuando alguien nos ofende, tenemos todo el derecho de enfadarnos. Pero la ira no debe llevarnos a reaccionar con violencia, sino de forma asertiva y razonada.

También significa que ante situaciones inciertas que conducen al cambio, es perfectamente normal sentir miedo y ansiedad. Estas emociones deben ser aceptadas y experimentadas como legítimas y normales. Entender a fondo estos fundamentos de la salud psicológica nos permite gestionar mejor cada situación y circunstancia personal.

El tiempo se mide en horas, la vida en emociones: sigue aprendiendo

La vida se mide en emociones, incluso en momentos de infelicidad, melancolía, esperanza, decepción y tristeza. Somos el resultado de lo que hemos vivido y, sobre todo, de lo que hemos sentido en cada experiencia. Y esto es precisamente lo que nos hace únicos.


Cada uno de nosotros se define por la superación de los miedos, la tristeza curada, la ira transformada con el perdón y la decepción ganada por el éxito y la felicidad.

Cierto es que hemos dejado atrás muchas cosas, pero el futuro siempre depara nuevos horizontes y oportunidades que aún pueden emocionarnos. Porque de eso se trata, de vivir cada día con emoción.

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