Si bien a veces puede parecer lo contrario, las emociones nos ayudan a lograr nuestros objetivos. El problema es saber gestionarlos inteligentemente.
Última actualización: 22 2021 noviembre
Conocer nuestras emociones y aprender a expresarlas es vital para nuestro bienestar psicológico y para construir relaciones saludables. Esto significa disfrutar de la flexibilidad emocional.
Las emociones cumplen una función fundamental en nuestra vida, ya que orientan nuestro comportamiento hacia la acción, nos advierten de situaciones de peligro y, si las sabemos gestionar de forma inteligente, nos ayudan a conseguir nuestros objetivos.
El concepto de flexibilidad emocional se refiere precisamente a capacidad de adaptarse a diferentes situaciones a través de las emociones y usarlos a tu favor.
En este artÃculo explicamos cómo potenciar la flexibilidad emocional en diferentes áreas de nuestra vida para que las emociones nos apoyen en la consecución de nuestros objetivos.
¿Qué es la flexibilidad emocional?
En primer lugar debemos preguntarnos por el uso que hacemos de nuestras emociones. ¿Somos conscientes de esto en nuestra vida diaria? Estas preguntas nos ayudarán a identificar el papel de la flexibilidad emocional en la forma en que manejamos nuestras emociones en el dÃa a dÃa.
Flexibilidad emocional nos permite orientarnos hacia objetivos que consideramos convenientes a través de la redirección de nuestras emociones. En otras palabras, muestra cómo podemos moldear nuestros pensamientos y cómo afectan nuestros estados emocionales.
Podemos utilizar las emociones como apoyo para orientar nuestras acciones hacia objetivos concretos y adaptarnos a diferentes situaciones. Esto implica hacer de nuestros estados emocionales agentes activos en nuestra vida diaria para afrontar con eficacia los retos cotidianos.
Por otro lado, el concepto de flexibilidad emocional nos permite repensar la dicotomÃa entre razón y emoción y considerar esta separación desde otro ángulo.
En otras palabras, nos ayuda a comprender que la razón y la emoción están Ãntimamente relacionadas, se complementan y juntos son responsables de consolidar información compleja sobre el mundo que nos rodea.
Esta información es fundamental para la toma de decisiones y para la formación de opiniones y conceptos. Las emociones no son obstáculos para la razón, ni mucho menos.
También es importante señalar que la la flexibilidad emocional puede ser entrenada. Por ejemplo, algunos estudios muestran que a través del entrenamiento de emociones, como la compasión, podemos construir vÃnculos más Ãntimos y tener actitudes más efectivas hacia la resolución de problemas.
Asimismo, la memoria de hechos pasados ​​y la imaginación de hechos futuros también son recursos para desarrollar nuestra flexibilidad emocional.
¿Cómo potenciar la flexibilidad emocional?
La conciencia de las emociones, pensamientos y sentimientos puede ser muy útil para lograr sus objetivos. Para ello, vale la pena aprender a explotar este don.
1. Establece metas simples
En primer lugar, podemos explotar la relación entre emociones y motivación. Podemos empezar por establecer objetivos simples y utilizando las emociones positivas que sentimos cuando las alcanzamos,
Poco a poco seremos capaces de fijarnos metas más ambiciosas y utilizar nuestro potencial emocional para alcanzarlas. Las metas más simples son importantes porque nos hacen conscientes de nuestro progreso y nos motivan a seguir adelante.
2. Cultiva la empatÃa
La la flexibilidad emocional fortalece la empatÃa fomentando asà la conexión con los demás. Al ser una habilidad que facilita la adaptación, podemos orientarla para establecer vÃnculos interpersonales, promover la escucha activa y reconocer las emociones de los demás.
De igual forma, podemos ponerlo en práctica para unirnos a grupos, fortalecer la relación con nuestros seres queridos o conocer gente nueva.
3. Usar las emociones para promover la memoria
También podemos utilizar los beneficios de la flexibilidad emocional de forma práctica. Por ejemplo, convirtiéndolo en una herramienta para recordar hechos importantes o para aprobar un examen.
Podemos asociar emociones con ideas que estamos tratando de recordar o con conceptos complejos para traerlos a la memoria más fácilmente.
4. Flexibilidad emocional: reconocer y aceptar el universo emocional
La la flexibilidad emocional está relacionada con la noción de resiliencia. La resiliencia se entiende como la capacidad de recuperarse psicológicamente tras una situación estresante o de crisis.
Esto implica reconocer nuestras emociones, comprenderlas, luego aceptar los cambios y adaptarse a nuevas situaciones.
Conclusiones
Las emociones son nuestros aliados más confiables cuando se trata de alcanzar nuestros objetivos y, por extensión, nuestro crecimiento personal.