Saber interpretar las emociones de los demás es fundamental para socializar. Esto depende de la capacidad de dar significado a las expresiones faciales.
Última actualización: 21 septiembre, 2019
¿Te gustarÃa interpretar correctamente las emociones de los demás? Automáticamente observamos docenas o incluso cientos de expresiones faciales todos los dÃas. Estas expresiones nos hacen reaccionar de una forma u otra, según cómo se perciban.
Un malentendido, por ejemplo, puede provenir de nuestra incapacidad para interpretar correctamente las emociones de los demás. Se trata, por tanto, de relaciones personales y de aspectos especÃficos como la credibilidad, la confianza, la sinceridad, por citar algunos. Son todas emociones (y sensaciones) que van a depender de la información perceptiva o no perceptiva que transmitan las expresiones faciales.
No cabe duda de que la confianza es fundamental para evitar situaciones potencialmente peligrosas. El problema, si acaso, es que las apariencias nos engañan en muchas ocasiones. Tanto para bien como para mal. La memoria es también nuestro enemigo en esto:
Un equipo de investigadores de la Universidad de Ginebra en Suiza probó la confianza que tenemos al juzgar las emociones de otras personas y qué áreas del cerebro se activan en este proceso. Sus resultados muestran que las creencias de nuestra interpretación emocional provienen directamente de las experiencias memorizadas por la mente y que éstas muchas veces nos confunden. El pasado no es un predictor perfecto del futuro. Los resultados del estudio se publicaron a finales de diciembre de 2018 en la revista Social, Cognitive and Affective Neuroscience.
Interpretar las emociones de los demás.
Tomamos docenas, cientos de decisiones todos los dÃas. Todos ellos implican cierto grado de confianza en alguien o algo.. Sin embargo, tal confianza no siempre honra la decisión tomada. A veces nos equivocamos, incluso cuando estamos completamente seguros de haber tomado la decisión correcta. Esto sucede en todos los aspectos de nuestra vida.
Cuando se trata de interacciones sociales, constantemente interpretamos las expresiones en los rostros de quienes nos rodean. En este sentido, ser consciente de la subjetividad es clave a la hora de interpretar las emociones de los demás. En el estudio de Ginebra, los investigadores estaban interesados ​​en probar el nivel de confianza que tenemos en nuestras interpretaciones del comportamiento emocional de los demás y en descubrir qué áreas del cerebro se activan durante estas interpretaciones.
Los cientÃficos se propusieron medir el comportamiento relacionado con la confianza y pidieron a 34 participantes que juzgaran diferentes rostros que mostraban emociones positivas y negativas.. Cada cara estaba enmarcada por dos barras horizontales de distinto grosor. Algunas caras estaban claramente llenas de alegrÃa o enojo, mientras que otras eran muy ambiguas.
La dificultad de interpretar las emociones faciales
Los participantes primero tenÃan que definir qué emoción estaba representada en cada una de las 128 caras. Luego, tenÃan que elegir cuál de las dos barras era más gruesa. Finalmente, para cada decisión que tomaron, también tenÃan que indicar el nivel de confianza en su elección en una escala del 1 al 6. Las barras se usaron para evaluar su confianza en la percepción visual, una especie de mecanismo de control para las pruebas.
Los resultados de este ensayo sorprendieron a los investigadores. Según los datos recopilados, el nivel medio de confianza en el reconocimiento emocional fue mayor que en la percepción visual, incluso si los participantes cometieron más errores en el reconocimiento emocional que en la asignación del grosor adecuado a las lÃneas.
De hecho, los estudiosos afirman que aprender el reconocimiento emocional no es tan fácil como el juicio perceptivo. Los interlocutores pueden ser irónicos, mentirosos o evitar expresar sus emociones faciales debido a las convenciones sociales. De esto se deduce que es más difÃcil evaluar correctamente nuestra confianza, reconociendo las emociones de otras personas, en ausencia de comunicación oral.
Además, nos vemos obligados a interpretar una expresión facial muy rápido, ya que no se mantiene por mucho tiempo.. Por tanto, creemos que nuestra primera impresión es correcta y confiamos en nuestro juicio al observar un rostro, de aparente enfado o alegrÃa. Por otro lado, juzgar la percepción es un proceso más largo y es sensible a los comentarios directos sobre su precisión. Si hay duda, la confianza es menor que para las emociones, porque somos conscientes de nuestra falibilidad.
Nuestra memoria afecta la confianza
Los investigadores, utilizando imágenes de resonancia magnética funcional, examinaron los mecanismos neuronales durante este proceso de confianza en el reconocimiento emocional. Cuando los participantes tenÃan que decir cuál de las lÃneas era más gruesa, activaban la percepción (áreas visuales) y las áreas de atención (áreas frontales).
Sin embargo, al evaluar la confianza en el reconocimiento de emociones, se iluminaron las áreas relacionadas con la memoria autobiográfica y contextual, como la circunvolución parahipocampal y la circunvolución cingulada.
Gracias a este interesante experimento, los investigadores llegaron a un resultado doble y muy importante. Por un lado, los sistemas cerebrales que almacenan recuerdos personales y contextuales están directamente involucrados en las creencias sobre el reconocimiento emocional.
En el otro, también determinan la precisión de la interpretación de las expresiones faciales y la confianza depositada en esta interpretación.