Ira reprimida: efectos sobre la salud

Ira reprimida: efectos sobre la salud

A veces, detrás de un estado de ánimo ansioso o triste, hay ira reprimida. A la larga acaba manifestándose de alguna forma, normalmente muy negativa.

Ira reprimida: efectos sobre la salud

Última actualización: 20 de enero de 2022

La ira reprimida es una condición autodestructiva, así como expresarlo en exceso. Dejar que esta emoción tome el control es tan dañino como no liberar la energía que produce.

Ni alimentar ni contener esa energía, como alguien sentado en una maleta llena para ejercer fuerza, suelen ser estrategias exitosas.



debemos aprender a distinguir entre la ira reprimida y la ira bien manejada. En primer lugar, debe comenzar a identificar el desencadenante; podría ser un evento externo, como un ataque, pero también interno, como el recuerdo de un ataque. A menudo se reduce a la frustración o el miedo.

La solución no es dejar de sentir ira, sino gestionarla adecuadamente cuando se presente y llegar al fondo del asunto. Ignorar la ira, o cualquier otro sentimiento, no es una opción saludable.

La evasión no solo no resuelve el problema, sino que a menudo lo aumenta. Una parte importante del desarrollo personal es lidiar con lo que se siente y saber qué hacer con ello.

Entonces, ¿qué significa todo esto? Bueno, sugiere que contener la ira duele, que un arrebato ocasional está bien y que no importa tanto si te enojas o no, sino cómo te enojas y con qué frecuencia".

-Claudia Hammond-

La ira reprimida

La ira reprimida ocurre cuando deliberadamente dejamos de expresar esta emoción. Es común debido a los patrones sociales predominantes, el miedo a las opiniones de los demás u otras razones.


En este caso, la energía de la ira no se disipa, está contenida bajo tal presión que puede volverse muy peligrosa en el momento de la explosión. Además, es posible que esto suceda no solo una vez, sino varias veces.


Por ejemplo, en el caso de relaciones basadas en la intimidación, ya sea amorosa, laboral, familiar o de otra naturaleza. Cuando el origen del enfado es una persona con la que se tiene un vínculo continuo, es normal que se produzca una sucesión de conflictos que generen un fuerte enfado reprimido.

Este sentimiento se puede reprimir, pero eso no significa que vaya a desaparecer. Muy a menudo sucede que 'Shostilidad tiende a ser contraproducente eventualmente causando síntomas psicológicos o físicos. Una persona puede enfermarse por la ira reprimida.

Las consecuencias de la ira reprimida

La ira no existe solo en la mente. Cuando se experimenta la ira, también se producen una serie de efectos fisiológicos que alteran el organismo. Entre los cambios más visibles se encuentran los siguientes:

  • La presión arterial aumenta.
  • El ritmo cardíaco se acelera.
  • Aumenta la producción de adrenalina, lo que altera el equilibrio fisiológico.
  • Hay un desequilibrio en el sistema inmunológico.
  • Los músculos se tensan.
  • La respiración se acelera.

Todo esto, especialmente si se experimenta con frecuencia, puede hacer que la persona sea más propensa a desarrollar ciertas enfermedades. Por otro lado, al explotar en un ataque de ira, se pierde el autocontrol.


La ira reprimida tarda más en disiparse. Tiende a prolongarse y, al mismo tiempo, a mantener el organismo en el estado descrito.


Es propio del ser humano expresarse, por lo tanto cualquier represión es contraproducente. La ira eventualmente encontrará una manera de manifestarse, generalmente a través del cuerpo.

Procesar la ira

No es malo estar enojado. Es una respuesta natural a una amenaza y forma parte del instinto de supervivencia. sin embargo, el la ira también puede convertirse en un patrón cuando la persona vive a la defensiva.


Lo mismo ocurre cuando se hace de la intolerancia una bandera para superar las inseguridades. La ira reprimida puede llevar a una depresión severa.

El enfado que no hemos expresado se nos devuelve, de rebote, y acaba acosándonos. En estas condiciones, la persona comienza a sentirse mal y pierde el interés por todo. Muchas veces esto es consecuencia de que el enfado lo provoca una persona muy querida, por lo que se considera inaceptable mostrarle expresiones agresivas hacia ella.


Es importante aprender a aceptar sus sentimientos. Decirse a sí mismo "Estoy enojado" es el comienzo. Sentir ira es generalmente positivo; es una señal de advertencia y es importante escucharla.

El siguiente paso es procesar esta señal para que no se convierta en un factor perjudicial para los demás o para ellos mismos. Nadie lo sabe al principio, pero se puede aprender en cualquier momento.

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