La persona feliz, lejos de no tener problemas, ha dejado de verlos como amenazas para reconocerlos como desafÃos. No se deja abrumar por los errores, sino que los cabalga y aprende de ellos.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
La felicidad no es la ausencia de problemas, es más bien la predisposición al cambio, tolerando la posible incertidumbre provocada por el miedo. Bueno, aceptar esto puede no ser fácil. Como dijo Albert Camus, las personas están tan obsesionadas con la búsqueda de la felicidad como quienes buscan el Santo Grial. Sin embargo, el bienestar no es una meta ni una meta, es más bien un ejercicio diario que requiere nuevos enfoques y estrategias adecuadas.
Han pasado varias décadas desde que el psicólogo Martin Seligman, de la Universidad de Pensilvania, subrayó la necesidad de no centrarse en estados patológicos para fortalecer estados de ánimo óptimos y asà promover dinámicas vitales. Desde el nacimiento de la psicologÃa positiva en la década de 1990, ha habido una explosión de teorÃas y consejos bien intencionados que sigue creciendo.
Cada año se publican miles de libros sobre la felicidad. Las universidades ofrecen cientos de cursos sobre este tema, y ​​hoy en dÃa figuras como Tal Ben-Shahar se destacan como verdaderos gurús en este campo. También han surgido nuevas áreas como la neurociencia afectiva, cuyos expertos nos explican qué sucede en nuestro cerebro cuando estamos felices y qué debemos hacer para fortalecer ese estado.
Todas estas tendencias, enfoques y perspectivas son tan interesantes como inspiradoras. Sin embargo, son matices de la misma base: hemos transformado el concepto de felicidad en un producto de marketing. Es más, estamos "educando" a la población sobre cómo ser feliz, pero al mismo tiempo la estamos volviendo intolerante al malestar, la tristeza, la ansiedad y la incertidumbre.
Nuestra realidad inmediata ciertamente no es fácil. A menudo, por mucho que nos esforcemos por ser felices, el contexto no nos ayuda. Si por tanto es cierto que la felicidad no es la ausencia de problemas, tal vez sea el caso de revisar el concepto mismo de felicidad. Vamos a ver cómo.
La felicidad no es la ausencia de problemas, es actuar a pesar del miedo
La felicidad no es la ausencia de problemas. De ser asÃ, serÃa un evento tan excepcional como insólito. El entorno que nos rodea no es aséptico, se producen cambios, se producen imprevistos, nos relacionamos con los demás casi a diario y pueden surgir roces, diferencias y malentendidos. Independientemente de nuestra condición social, edad o lugar donde vivamos, siempre surgirán problemas y nadie es inmune a lo que sucede a su alrededor y dentro de ellos.
En este contexto, cabe señalar que en los últimos años han surgido nuevas voces desde el mundo académico con un propósito muy claro: ofrecernos otra visión de la felicidad. Psicólogos como Jerome Wakefield (Universidad de Nueva York) y Allan Horwitz (Rutgers) han escrito libros interesantes como The Loss of Sadness. Cómo la psiquiatrÃa convirtió la tristeza en depresión. En este trabajo se nos dice que estamos desterrando realidades como la tristeza y la frustración de nuestro repertorio emocional como si el espacio vital que anhelamos estuviera fuera de ellas.
Al no reconocerlas y no incluirlas en nuestro discurso, dando consecuentemente mayor relevancia a las emociones positivas, analfabetamos a las personas en materia de emociones. Hoy en dÃa, no todo el mundo sabe qué hacer con el estrés y la ansiedad. No todos saben a qué se debe ese peso en el estómago, ese miedo que paraliza y que a veces te impide salir de casa. Saber gestionar la adversidad y los estados emocionales complejos también media nuestra posibilidad de ser felices.
La felicidad es atreverse a actuar a pesar del miedo y la incertidumbre
Llegados a este punto, nos gustarÃa recuperar una adecuada e inspiradora definición de felicidad. En él convergen tanto neurocientÃficos como psicólogos, psiquiatras, economistas e incluso monjes budistas. Se trata de dar sentido a la vida, tener metas y participar en un comportamiento activo. Es la voluntad de crecer y aceptar las adversidades y los desafÃos diarios. En esencia, este serÃa el enfoque correcto.
En su dÃa Eduard Punset afirmó que la felicidad es la ausencia del miedo. Esta idea mal interpretada es algo perversa: el ser humano no puede dejar de tener miedo, esta emoción es inherente a nosotros y, como tal, cumple su función. Diferente, en realidad. Este podrÃa ser un ejemplo: “Yo también puedo tener miedo de cambiar de ciudad y empezar una nueva vida, pero sé que tengo que hacerlo. Dar este paso me permitirá evolucionar; por eso, elijo atreverme y lo hago a pesar de mis miedos».
Sea consciente de que pueden surgir problemas, pero aun asà siéntase capaz de lidiar con ellos
La felicidad no es la ausencia de problemas. De hecho, comienza a ganar terreno cuando superamos los desafÃos. Sonja Lyubomirsky, profesora de psicologÃa en la Universidad de California, es una de las principales expertas en erradicar los mitos sobre la psicologÃa positiva y la felicidad. A menudo afirma que el bienestar no consiste en lograr resultados, metas y, mucho menos, en poseer cosas.
El ser humano logra una sensación de equilibrio y plenitud cuando se encuentra a gusto consigo mismo. Cuando se considera capaz de hacer frente a lo que pueda pasar, cuando su autoestima es fuerte y maneja los miedos, el estrés, las preocupaciones, etc., todo fluye y sale bien.
Y, por tanto, comprender que la vida no es sencilla, que siempre deja marcas y cicatrices, que es una realidad inmutable y que hay que aceptar. Es una regla del juego que no podemos cambiar.. Nadie es inmune a los problemas y giros inesperados. Por lo tanto, debemos aprender a aceptar estos eventos y trabajar en nuestro crecimiento personal, asà como en las fortalezas psicológicas que nos permitan invertir en nuestro bienestar.