Cuídate, protégete, pero no olvides tus emociones durante la cuarentena; especialmente de miedo, tristeza y frustración. Mantén tus pensamientos bajo control para evitar aumentar aún más los niveles de ansiedad.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Miedo, tristeza y frustración. No está mal decir que son las emociones más comunes en la cuarentena. Acompañan nuestras miradas a la ventana, los momentos de tranquilidad en el sofá y la hiperactividad de cuando hacemos todo lo posible por no pensar. Son tres estados emocionales completamente normales, que curiosamente en este período nos unen como seres humanos.
Según los expertos, el énfasis excesivo en la felicidad en los manuales de autoayuda nos ha vuelto algo intolerantes a las emociones negativas. Nos enseñó a ser felices, dicen, olvidándose de decirnos cómo afrontar el surgimiento de emociones como la angustia.
En realidad, el ser humano sabe cuáles son los estados emocionales más negativos y a qué saben. Y cada uno las gestiona a su manera, de la mejor o de la peor manera.
El sufrimiento no es nada nuevo para nadie, pero esta vez llegó de una manera inusual, tomándonos con la guardia baja. Y cada uno de nosotros lo está experimentando de una manera muy personal.
Hay quienes se sienten afortunados por estar cerca de su familia, porque gozan de buena salud o por su estabilidad económica. Otros, sin embargo, viven un escenario negativo en el que hay pérdidas e incertidumbres sobre el futuro.
Estésemos donde estemos y sea cual sea nuestra situación, todos experimentamos miedo, inquietud y el sabor de la tristeza al menos una vez.
El Coronavirus nos pone frente a brechas insalvables y es imposible no ser impactado por esta realidad. Ante esto, veamos en las próximas líneas cómo y por qué el miedo, la tristeza y las frustraciones son las emociones más comunes en la cuarentena.
Miedo, tristeza y frustración, las emociones más comunes en la cuarentena
Nuestras vidas han llegado a un capítulo en el que la historia se tiñe de matices surrealistas y aterradores. Es como si esta fase de la existencia hubiera sido escrita por un mal escritor y el solo pensamiento nos lleva a la conciencia de que no tenemos control sobre lo que sucede.
Pero debemos entender un aspecto muy importante: no podemos tener el control de los eventos que nos suceden, pero podemos estar en control de nuestras reacciones y comportamientos.
Cómo hagamos esto determinará cómo enfrentaremos los días venideros. Las palabras clave a integrar en estos días serían: aceptación, transformación y resiliencia.
Como dijo Abraham Maslow, el famoso psicólogo humanista, la vida es un proceso continuo de crecimiento y esta tarea suele ser dolorosa. Pero también hay momentos en los que el sufrimiento se hace más intenso y para los que es bueno estar preparados.
El primer paso es enfrentar tu universo emocional interior y comprenderlo. Recordemos que el cerebro no habla inglés, italiano o chino. El cerebro habla el lenguaje de las emociones y por eso es necesario entenderlas.
Así, el miedo, la tristeza y la frustración son las emociones más comunes también durante este período de cuarentena. nos acompañarán en nuestra estancia en casa.
Mantén el miedo bajo control
Somos conscientes de que es perfectamente normal sentir miedo, sentirlo por lo que nos sucede, por lo que vemos y lo que nos rodea. pero obviamente no le damos más espacio del necesario, para que no se traduzca en una serie de pensamientos irracionales que alimentan el pánico. No damos espacio a anticipaciones inútiles de un futuro que aún no ha sucedido.
Concéntrese, sea racional y hable con alguien en quien confíe cuando sienta que sus miedos comienzan a dejarlo sin aliento.
En psicología, existe un mecanismo conocido como sesgo de disponibilidad que vale la pena considerar. Muchas veces, cuando vivimos situaciones caracterizadas por la incertidumbre y el miedo, damos más crédito y poder a lo que tenemos entre manos: a esa noticia falsa que acabamos de leer, a ese mensaje desagradable que hemos recibido o a un pensamiento que hemos tenido y lo cual es totalmente infundado.
Recuérdese que cuando el cerebro está dominado por el miedo, deja de razonar de forma lógica y equilibrada. Así es como el miedo, la emoción más peligrosa, toma el control.
Las emociones más comunes en la cuarentena: la tristeza, el desván de la reflexión
Miedo, tristeza y frustración… Estas emociones en sí mismas tienen un significado y un propósito, incluso en la cuarentena. La estrategia a adoptar es aceptarlos, pero evitar darles demasiado peso para que no tomen el control.
La tristeza actúa como un ático mental al que se accede de vez en cuando. Esta emoción está llena de significados, es un cofre del tesoro a abrir para comprender lo que nos quiere comunicar. En las circunstancias por las que estamos pasando es completamente normal, y recomendable, pasar un tiempo con ella.
Sentimos dolor por los que nos dejaron, sufrimos por los demás, nos preocupamos por el futuro, por nuestros seres queridos, por que nuestros padres se enfermen y por lo que están pasando nuestros hijos. Aceptar todas estas dinámicas internas es absolutamente necesario.
No nos engañemos con que siempre debemos "estar de buen humor al 100%" porque es imposible. Permitámonos estos momentos también.
Frustración, un fuego que hay que canalizar
Entre las emociones más comunes en la cuarentena, la frustración es sin duda la más dinámica. Es bueno entender mejor esta dimensión.
Es completamente normal sentir frustración estos días: nuestro estilo de vida ha cambiado drásticamente y nos devora la incertidumbre existencial, profesional y económica.
Estamos rodeados de vicisitudes que nos preocupan y nos enfadan. Pero ten cuidado, ¿por qué? la frustración es también el detonante de la ira. Esto es lo que provoca que estemos de mal humor en determinados momentos del día y nos llena de insatisfacción y nerviosismo.
Para hacer un buen uso de él, es necesario captar un detalle importante. Tanto la ira como la frustración son emociones que invitan a la acción (a diferencia de la tristeza, que es mucho más introspectiva).
El secreto está en canalizarlos correctamente. La frustración requiere cambio, ingenio y creatividad para abordar las preocupaciones. Así que usa tu imaginación.
Si te preocupa tu futuro profesional, traza un plan, piensa en alternativas sin caer en el fatalismo. Deje que su mente se abra al flujo de pensamientos, sea flexible y positivo. Solo así podrás canalizar el miedo, la tristeza y la frustración.
Actívate, aprende a manejar mejor las emociones más comunes durante la cuarentena e no olvides cuidar de ti y tu salud emocional.