- Cataplejía. Pérdida repentina del control muscular, que puede variar desde una leve debilidad hasta un colapso total. En el 80% de los casos, los narcolépticos entran en un estado catapléxico cuando están despiertos y excitados.
- Parálisis del sueño. Incapacidad para hablar o moverse durante aproximadamente un minuto después de quedarse dormido o al despertar.
- Alucinaciones hipnagógicas. La persona ve imágenes y oye sonidos muy reales que suelen aterrorizarla apenas se duerme. En otras ocasiones, justo antes de conciliar el sueño, estas personas tienen la percepción de que alguien o algo las está acompañando y observando, aunque saben muy bien que eso es imposible.
- Alucinaciones hipnopómpicas. Al despertar, en el momento en que estamos entre el sueño y la vigilia, las personas pueden experimentar alucinaciones muy vívidas que confunden con la realidad, entre los síntomas secundarios se pueden encontrar:- Comportamientos automáticos. La persona logra metas de forma repetida, sin ser consciente de ello, y muy a menudo se olvida de lo que ha hecho.
- Interrupción del sueño durante la noche. El sueño se alterna con varios periodos de vigilia durante la noche, aunque pueden aparecer otras dificultades, relacionadas con los síntomas primarios o producidas por síntomas secundarios y medicamentos, las más comunes son: sensación de fatiga intensa, falta de energía, depresión, dificultad para concentrarse, memoria problemas y debilidad en las extremidades, síntomas que se manifiestan con mayor intensidad cuando existen necesidades académicas o laborales que exigen que te levantes temprano en la mañana y, finalmente, se encuentran en la necesidad de estimularte para mantenerte despierto ingiriendo café , tabaquismo, etc. El curso de la narcolepsia tiende a ser crónico aunque existen algunos tratamientos relativamente efectivos. Generalmente, los medicamentos se combinan (estimulantes del sistema nervioso central para mantenerlo despierto durante todo el día y medicamentos tricíclicos para la depresión para controlar la depresión). cataplessia), terapia cognitivo-conductual (normalmente se aplican dos o tres descansos de 30 minutos cada uno para eliminar la somnolencia) y cambios en el estilo de vida (alimentación saludable y ejercicio). un trastorno del que apenas somos conscientes, hasta ahora combatimos sus síntomas, pero como no conocemos las causas, los tratamientos no pueden llegar a la raíz del problema. Sin lugar a dudas, esta es una tarea de futuro a cargo de los neurólogos.