Hoy hablamos de uno de los sentimientos más destructivos. Si quieres saber más sobre por qué odiamos o cómo nos afecta, no te pierdas este artÃculo.
Última actualización: 14 de marzo de 2022
¿Alguna vez has oÃdo hablar de la psicologÃa del odio? Nuestras singulares habilidades de comunicación y los medios a nuestro alcance nos permiten conocer buena parte de las emociones y sentimientos que influyen en nuestras interacciones sociales.
Afortunadamente, la mayorÃa de ellos son positivos, ayudan a crecer y dan valor e importancia a quienes se dejan impregnar por ellos. El amor es un claro ejemplo de esto.
Este sentimiento ha recibido una enorme atención no solo de los estudios de relaciones humanas, sino también de la industria de consumo. Pero, ¿qué pasa con la otra cara de la moneda: el odio? ¿Qué lugar ocupa en el estudio de la existencia humana?
Numerosas y dispares fuentes nos permiten entender el amor: novelas, pelÃculas, investigaciones cientÃficas y filosóficas, etc. Pero ¿y el odio? ¿Qué materiales consultamos para comprender la psicologÃa del odio?
¿Qué es el odio?
Hay muchas definiciones del término "odio". Ha sido considerada de múltiples formas: como actitud emocional, juicio normativo, sentimiento, motivación, evaluación generalizada, etc.
A pesar de las discrepancias conceptuales, un componente siempre está presente: el deseo de lastimar al otro. Este deseo puede ser un medio para un fin o un fin en sà mismo.
En otras palabras, podemos desear dañar a otro para restaurar el orden establecido, elevarnos, obtener placer, afirmar nuestra autonomÃa o evitar el abandono. En todos estos casos, independientemente de la intención, el fin es dañar.
A nivel interpersonal, el odio cumple diversas funciones como la autorreparación, la venganza, la comunicación de estados emocionales o la restauración de la autonomÃa. A nivel intergrupal, se consideró un medio funcional para los comportamientos polÃticos, como la afiliación y la cohesión dentro del grupo.
Entendido como un sentimiento a corto o largo plazo, el odio es alterado e intensificado por otras emociones, como la venganza, la ira, el desprecio. En la complejidad, cronicidad y estabilidad de este sentimiento intervienen varios factores, especialmente a nivel motivacional.
El odio, por lo tanto, está influenciado por la motivación que intensifica las tendencias básicas a la acción. Roseman (2008) sugirió que estas tendencias de acción son una parte intrÃnseca de la experiencia emocional y las etiquetó como componentes "emocionales" del sistema emocional.
Aunque el odio está influido por otras emociones, como la ira, el disgusto y el desprecio, no debe identificarse con ellas.. La investigación cientÃfica revela que el odio es más excitante que estas tres emociones morales y está más cerca del desprecio que de la ira y el asco.
¡Una verdadera sorpresa! El sentido común nos dice que se parece más a la ira, pero la investigación dice lo contrario. Como suele ser el caso, nuestro sentido común no siempre acierta.
PsicologÃa del odio: diferencias entre el odio y la ira
El odio y la ira se distinguen en términos de evaluación, tendencias de acción y objetivos motivacionales. En lo que respecta a las evaluaciones, la conducta colérica se describe como influenciable y modificable.
En el caso del odio, sin embargo, la conducta se considera estable e incapaz de alterar sus caracterÃsticas negativas. Además, estas valoraciones están dirigidas a la persona y no a sus acciones, como en el caso de la ira.
En relación con las tendencias de acción y las metas motivacionales, el odio difiere de la ira en que tiene como objetivo dañar, humillar o destruir (matar) al otro, mientras que la ira tiene como objetivo obligar al otro a actuar de una determinada manera. Aunque ambos tienen algunas similitudes, sus objetivos emocionales son totalmente diferentes.
Correlato neural en la psicologÃa del odio
En una investigación se encontró que ver una cara odiada aumenta la actividad del giro frontal medial, especÃficamente en el putamen derecho, la corteza premotora, el lóbulo frontal y la Ãnsula medial.
Los investigadores también descubrieron tres áreas donde la activación se correlaciona linealmente con los niveles de odio: la Ãnsula derecha, la corteza premotora derecha y la circunvolución frontomedial derecha.
La investigación muestra que hay un patrón único de actividad cerebral cuando la persona siente odio. Aunque este patrón difiere del asociado con el amor romántico, los dos comparten dos áreas: el putamen y la Ãnsula.
PsicologÃa del odio y la teorÃa del triángulo
Como la teorÃa triangular del amor, el odio también tiene una estructura triangular según el modelo teórico de Sternberg. Los tres componentes de esta estructura son: intimidad, pasión y compromiso. En el caso del odio, estos se presentan en su versión negativa.
Intimidad
El primer componente del odio es la negación de la intimidad. Si en el amor la intimidad implica cercanÃa afectiva, en el caso del odio su negación implica una búsqueda activa del distanciamiento emocional, del desapego.
Esta distancia se debe a que el individuo o grupo despierta repulsión o asco en quienes sienten odio. Estos sentimientos pueden permanecer latentes durante años.
Pasión
La pasión en el odio se compone de miedo o ira en respuesta a una amenaza.. La ira lleva a acercarse al objeto odiado para atacarlo o destruirlo, mientras que el miedo lleva a evitarlo.
La reacción de lucha y huida es parte del odio, porque la persona es percibida como un peligro real o imaginario, por lo que hay que huir o eliminarla.
compromiso
Este componente se caracteriza por desvalorizaciones y actitudes de desprecio hacia lo que odias, ya sea un grupo o una persona. Es muy común que el objeto odiado sea visto como infrahumano.
El objetivo de quienes promueven el odio es que el grupo o la persona sea devaluado por los demás y percibido como algo que debe rechazarse, destruirse o dañarse.
Como en la teorÃa triangular del amor, la combinación de estos tres componentes forma diferentes tipos de odio:
- Freddy: repugnancia (negación de la intimidad). Caracterizado por sentimientos de asco.
- Caliente: ira / miedo (pasión). Se caracteriza por sentimientos de ira o miedo. La reacción puede ser huida o ataque.
- FrÃo: devaluación/disminución (compromiso). Este tipo de odio frÃo se basa en pensamientos de indignidad hacia la persona o grupo odiado.
- Ebullición: disgusto (negación de la intimidad + pasión). Se caracteriza por sentimientos de disgusto combinados con ira o miedo hacia el objeto odiado.
- Hervir a fuego lento: asco (negación de la intimidad + compromiso). Se basa en sentimientos de aversión y pensamientos de indignidad hacia la persona o grupo odiado. También hay sentimientos de disgusto.
- Caliente: insulto (pasión + compromiso). La persona odiada es una amenaza, siempre lo ha sido y siempre lo será.
- Quema: aniquilación (negación de la intimidad + pasión + compromiso). Se caracteriza por un deseo vehemente de destruir al otro, de aniquilarlo.
Conclusiones
El odio es un sentimiento que ha causado mucha destrucción en nuestro planeta, resultando no solo en la muerte de millones de vidas humanas, sino también de animales.
Aunque este sentimiento ha evolucionado con fines adaptativos, la forma en que lo usamos afecta no solo nuestra supervivencia como individuos, sino también como especie.