La pulsión de vida representa todos aquellos impulsos y comportamientos que motivan nuestra supervivencia, sin renunciar al placer y la sensación de bienestar.
Última actualización: 19 marzo, 2021
Hay momentos en los que encontramos una inspiración sin igual, como si nos tocara una varita mágica. Estamos tan motivados que queremos alcanzar nuestros objetivos con ilusión y valentía. Estos son los momentos que definen el impulso de vida..
Es el impulso que nos invita a la pasión y la vitalidad., una forma de resolver las tensiones. Sin embargo, no siempre se trata de una pulsión erótica o sexual, aunque pueda parecerlo a primera vista.
En este artículo explicamos qué define este empuje; uno de los conceptos esenciales de la teoría psicoanalítica. Pero también cómo se manifiesta, el origen, la relación con la mitología y los conceptos asociados.
¿Qué es la pulsión de vida?
En primer lugar, debemos aclarar el concepto de "pulsión". El concepto deriva de la teoría de la personalidad de Freud, que sugiere que el hombre actúa para resolver sus propias tensiones. Según esta corriente, la pulsión está en el origen de toda actividad mental. Consiste en:
- Fuente. Es el órgano donde nace la pulsión.
- Energía. Lo que impulsa la acción.
- Meta. Consiste en la satisfacción de la excitación.
- Objeto. Lo que da satisfacción.
Como se anticipó, no es necesariamente de naturaleza sexual, aunque la palabra puede ser engañosa. Va más allá de este concepto, aunque sigue ligado a la búsqueda del placer y la satisfacción.
por lo tanto, el impulso de vida es ese impulso que genera tanto activación como excitación en el plano orgánico. El objetivo de este impulso es preservar nuestra supervivencia.
Por otra parte, es una fuerza dinámica que busca el placer, desechando lo que no la genera. Funciona cuando activamos mecanismos para reducir las tensiones.
¿Por qué se llama eros?
También se le llama eros, porque el psicoanálisis siempre ha estado cerca de la mitología, que apasionaba a Sigmund Freud. Solía, de hecho, utilizar metáforas o analogías referidas a ciertas historias o rasgos de la mitología para explicar la teoría; una gran idea para hacerlo más comprensible.
En esencia, la pulsión vital está asociada con el Dios de la mitología cuyo nombre es Eros, responsable de la atracción sexual, el amor y la fertilidad.
¿Cómo se manifiesta?
Eros está presente en cada uno de nosotros. Interviene en la relación que tenemos con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza. Se manifiesta, por tanto, en la forma en que interactuamos, motivando las acciones que nos llevan a la supervivencia.
Además de las actividades fisiológicas básicas, entre las que también encontramos el sexo, la pulsión de vida está presente en los sueños, la creatividad, el erotismo y el amor.
Por otra parte, se manifiesta en acciones que nos hacen evitar el dolor o aquello que no nos resulta agradable. Aunque Freud siempre ha subrayado que la línea entre el placer y el displacer es bastante delgada.
Conceptos asociados a la pulsión de vida
Dentro del psicoanálisis, los límites entre algunos conceptos son mínimos: esto se debe a que enmarca el aparato psíquico como elemento dinámico. El impulso de vida no es una excepción. Veamos, en el contexto de la teoría económica, con qué conceptos se asocia:
- Principio del placer. Los impulsos que buscan satisfacción.
- Principio de realidad. Impulsos encargados de adaptarse a las circunstancias.
- Pulsión de muerte. Incluye aquellos impulsos asociados con la disolución. Además, incluye una tendencia a destruir la vida y la agresión.
- Principio del Nirvana. Tendría que ver con la tendencia a reducir el nivel de excitación a cero.
El concepto de pulsión de vida es uno de los conceptos más importantes en la teoría del psicoanálisis, lo cual tiene sentido si se enmarca dentro de la concepción psicoanalítica del aparato psíquico. Además, y aunque pueda parecer paradójico, está íntimamente relacionado con la pulsión de muerte; de hecho, no hay un momento en que ambos no estén presentes.
En definitiva, la pulsión de vida es aquella pulsión que invita y motiva a sobrevivir. El impulso dinámico de autopreservación que tenemos y que es la base de muchos de los comportamientos que nos pertenecen.