Hay un tipo de soledad que surge del sentimiento de desconexión con lo que nos rodea. No sentirte aprobado o no encontrarle sentido a lo que haces te genera tristeza y en ocasiones hasta angustia. ¿Qué podemos hacer en estos casos?
Última actualización: 02 de mayo de 2022
¿Qué hacer cuando te sientes solo y triste? Suele decirse que artistas románticos como Caspar David Friedrich, Heinrich Füssli o Goya han hecho de la soledad y la melancolía un ejercicio de contemplación e inspiración.
Se les llamó pintores del crepúsculo cósmico porque vieron en esas horas previas al anochecer un escenario ideal para la creación.
Es cierto que los seres solitarios a veces encuentran paraísos mágicos en los que reencontrarse y crecer emocional, artística y espiritualmente. Sin embargo, los tiempos actuales son diferentes y en este momento el la soledad representa una epidemia silenciosa que provoca graves problemas de salud mental.
Muchas personas se sienten desconectadas de su entorno. Y esa ruptura con lo social, con lo que da sentido y finalidad al ser humano, genera sufrimiento. Porque en este mundo agitado muchos individuos quedan en la plataforma de la confusión, en ese punto de estancamiento desde el cual ver todo teñido de perplejidad e incomprensión.
El aislamiento no es la única causa de la soledad; este sentimiento también surge cuando nos sentimos desconectados de quienes nos rodean. Y esto genera tristeza, frustración e incluso miedo. ¿Como actuar?
La soledad es muy bonita… cuando tienes a alguien cercano a quien contarle.
-Gustavo Adolfo Becquer-
Sentirse solo y triste: qué podemos hacer
La soledad es ahora una epidemia silenciosa. El trabajo de investigación realizado en la Universidad Médica King George en India nos da una idea de la situación. La soledad en sí misma no es una enfermedad, pero puede ser el desencadenante de la aparición de dolencias asociadas.
E insistimos, el problema de la soledad no es tanto que una persona esté aislada físicamente. De hecho, este sentimiento define un estado de ánimo que a su vez genera una realidad emocional compleja.
A veces, el simple hecho de sentirnos incomprendidos, de no tener un propósito y de no encontrar sentido a lo que nos rodea provoca la sensación de aislamiento.
Veamos a continuación algunas estrategias que pueden ayudarte a mejorar cuando pasa a sentirse solo y triste.
1. Nombra las emociones
Para lidiar con la tristeza y la soledad, la solución no es encontrar compañía. La respuesta y el alivio a nuestro vacío no está fuera, sino dentro de nosotros y eso requiere ante todo dar un nombre a lo que sentimos.
¿Por qué es necesario "etiquetar" o "nombrar" lo que sentimos? Porque lo que damos nombre adquiere presencia.
El estudio realizado en la Universidad de California nos recuerda la importancia del etiquetado emocional. Expresar lo que sentimos con palabras nos permite visibilizar el problema para que puedas tratarlo. Este es siempre el primer paso.
Hay que hablar y nombrar lo que duele para que duela menos.
Analizar las relaciones actuales.
Es posible que tengamos una pareja, muchos amigos y una familia a la que vemos con frecuencia. Aun así, deberíamos preguntarnos cómo nos hacen sentir las relaciones que marcan nuestra existencia.
¿Nos hacen felices? ¿Nos hacen sentir apoyados? ¿Dan sentido a nuestra vida cotidiana o entorpecen nuestros sueños y juzgan nuestra forma de ser?
Necesitamos un cariño que nos enriquezca, nos motive y nos deje libres. Sentirse solo y triste invita a revisar los lazos socioemocionales. ¿Respeto con quién realmente merecemos estar?
Sentirse solo y triste: hacer preguntas para saber lo que necesita
Hablar solo no es una locura, es una estrategia de salud mental. Hay momentos en los que operamos en piloto automático, dejando que las cosas surjan por sí solas, nunca tomando el control.
Cuando llega la angustia, la tristeza sin forma y el miedo sin causa clara, es hora de hablar con nosotros y hacernos algunas preguntas.
¿Estoy donde quiero? ¿Cómo me siento? ¿Qué podría hacer para sentirme mejor? ¿Dónde estoy en mi vida y hacia dónde quiero ir?
Reducir la velocidad, reducir los estímulos. La vida a fuego lento te hace sentir mejor
A veces la vida pasa tan rápido que nos confunde. Nos dejamos llevar como quien sube por una escalera mecánica sin saber a qué piso ir.
Tal vez sea el momento de bajar y adoptar un ritmo diferente. Disminuir el ritmo y vivir días más tranquilos nos permitirá aclarar prioridades.
Sentirse solo y triste: hacer pequeños cambios
A veces, pequeños cambios traen grandes revoluciones. No son necesarias variaciones extremas. Las nuevas etapas en la vida a veces comienzan con un simple cambio de rutina.
Puede que sea el momento de retomar los estudios que dejamos a mitad de camino algún día. Hoy podría ser el día para hacer esa llamada a un amigo que hace tiempo que no vemos.
Hacer un viaje, leer un libro nuevo o incluso tomar el largo camino de regreso del trabajo puede permitirnos de repente apreciar nuevas realidades que no habíamos percibido.
La soledad y las emociones negativas pueden desaparecer si introducimos nuevos hábitos en nuestra vida. A veces, reforzamos comportamientos que solo causan sufrimiento y que es hora de desactivar.
Aclarar metas para avanzar
A muchas personas les sucede sentirse solas, tristes y apáticas. No importa que estemos más conectados que nunca, si las conexiones no son auténticas, la insatisfacción será como una grieta profunda.
Necesitamos recordar lo que nos da sentido, lo que nos motiva y nos da razones para seguir adelante. Los propósitos deben aclararse cada cierto tiempo, porque cambiamos con el paso del tiempo y es necesario actualizar metas y objetivos.
Exploramos nuestro camino interior. Sumerjámonos como buzos en las profundidades de nuestros deseos y encontremos lo que nos emociona. Es el secreto para escapar de la soledad y mirar al horizonte con esperanza.
