La inteligencia emocional es una habilidad que poseen las personas capaces de percibir, comprender y controlar lo que sienten ellas y los demás para aprovecharlo.
Última actualización: 21 marzo, 2022
El experto en capacitación y liderazgo Dan Bobinski afirma en artículo publicado en Cuestiones Gerenciales que es posible aprender y cultivar la inteligencia emocional a la par con cualquier profesión o materia escolar.
Las investigaciones muestran que la única (o la mayor) diferencia entre los líderes destacados y los mediocres es su capacidad para utilizar la inteligencia emocional.
En su opinión, es posible no sólo aprender, sino también conocer, potenciar y controlar lo que nos sucede para aprovecharlo en diversos ámbitos, como los negocios, pero también con la pareja, los hijos, la familia, el entorno que nos rodea, etc.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es una habilidad que poseen las personas capaces de percibir, comprender y controlar lo que sienten ellas y los demás para aprovecharlo. Esto no quiere decir que sean malos, sino que tienen un “plus” que lo aprovechan.
Los niveles de inteligencia emocional determinan si tienes éxito o no de una empresa, un matrimonio feliz o un divorcio, una excelente educación o adultos que no tuvieron límites en la infancia, etc.
Quienes ocupan los puestos más altos en las mejores empresas del mundo tienen, entre otras habilidades, un buen control de su inteligencia emocional (y conocimiento del universo emocional de sus colaboradores).
Si bien algunas personas están particularmente dotadas en términos de inteligencia emocional, es igualmente cierto que es posible cultivarlo gracias a algunas estrategias.
Estrategias para cultivar la inteligencia emocional
Cuando pensamos en diferentes personalidades, debemos descartar las "buenas" y las "malas" de nuestro análisis. Simplemente hay personas que difieren entre sí.
Tendemos a asociar la palabra "diferente" con "difícil", pero esto no es cierto. Lo complicado sólo lo es cuando no estás acostumbrado, sea diferente o no.
Los seres humanos tenemos fortalezas y también debilidades. Además de esto, es bueno recordar que toda virtud tiene un defecto asociado y viceversa. Tienes que elegir en cuál de los dos extremos o polos opuestos quieres trabajar y mejorar.
Cada estilo de personalidad puede sumar fuerza a un grupo de trabajo, familia o pareja, en fin, cualquier contexto que involucre a más de una persona. Hay que centrarse en lo que se hace bien y no en los errores.
Tenemos presente que “quien se enfoca en las fortalezas se volverá más fuerte y quien se fija en las debilidades se volverá más débil”.
El esfuerzo constante por buscar y encontrar sus méritos en el otro tiene sus frutos. Es como cosechar después de una buena planificación de siembra. siempre deberíamos trata de sacar lo mejor de ti mismo y de los demás.
Conseguir el éxito
Si se espera que todos ocupen el mismo cargo y realicen las mismas actividades, nunca se logrará el éxito. Cada persona es única e irrepetible en el mundo, por lo que no vale la pena que dos colegas o amigos hagan la misma tarea al unísono, a menos que sea necesario.
En primer lugar, debe saber qué significan el éxito y las ganancias para los demás. Su definición no siempre es compartida. Esto facilitará la consecución de los objetivos del grupo, sin dejar de lado los tuyos.
Si solo trabajamos para lograr nuestras metas personales y todos nuestros esfuerzos están por encima de la misión o visión del equipo, surgirán fracturas y debilidades que no maximizarán los resultados.
La eficacia está ligada a hacer lo correcto. La eficiencia, por otro lado, se traduce en un rápido desarrollo empresarial. Ten en cuenta cada variable, ya que los mejores resultados se obtienen cuando nos tomamos el tiempo para hacer las cosas bien.
