El termómetro de las emociones: ¿de qué se trata?

El termómetro de las emociones: ¿de qué se trata?

El termómetro de emociones es una herramienta que permite trabajar con los niños la identificación, expresión y gestión de las emociones. ¡Te explicamos cómo usarlo y por qué es tan útil!

El termómetro de las emociones: ¿de qué se trata?

Última actualización: 20 de junio de 2021

Comprender las emociones desde temprana edad es fundamental para conocerse, saber cómo se siente y cómo manejar su mundo interior. Una herramienta para trabajar estos aspectos tan importantes en la infancia es el termómetro de las emociones.



En este artículo te explicamos qué es, cómo usarlo y por qué puede ser útil para los más pequeños. Es una herramienta que podemos personalizar (adaptándola al niño) y que ayuda a trabajar aspectos como el reconocimiento y la gestión de las emociones.

¿Cuál es el termómetro de las emociones?

Usando el termómetro de emociones (o termómetro emocional) es una actividad muy útil para trabajar las emociones de niños y adolescentes. Sin embargo, se utiliza principalmente con niños y personas con discapacidad intelectual.

Es una escala visual que regula la intensidad de nuestras emociones y que está compuesta por imágenes, dibujos, fotografías o emoticonos. Podemos personalizarlo a nuestro gusto y adaptarlo a la edad o al grupo con el que nos estamos preparando para trabajar.

Para que es

Una herramienta muy útil en la terapia infantil o en la educación emocional de los más pequeños. También puede ser muy útil con niños a los que les cuesta definir las emociones que sienten y cuantificar su intensidad.

Por un lado, por tanto, ayuda a identificar, etiquetar y expresar emociones; por otro lado, para regular la intensidad de las emociones que siente el niño, hasta llegar al punto de "no retorno" (ira), generalmente en una escala del 1 al 5. Cada número representa una emoción.



La escala de las emociones: del 1 al 5

Por lo general, la escala incluye cinco emociones. El primero está representado por una cara feliz y el último por uno enojado. En el centro están las emociones intermedias o más “neutras” o suaves, que pasan de un estado emocional (alegría/felicidad) a otro (ira). 

La idea es entender dónde está el niño y enseñarle algunas estrategias útiles para manejar la ira. Para hacernos una idea, podemos incluir las siguientes emociones (a tu elección) en una escala que va de menor a mayor intensidad:

  • Felicidad/alegría.
  • Aburrimiento / duda / ligera inquietud.
  • Sensación de molestia (etapa inicial de la ira).
  • Enfado.
  • Ira, ira (aumento de la intensidad, así como el "punto de no retorno").

¿Quién puede beneficiarse más de esta herramienta?

Si bien esta es una herramienta en la que todos ganan, está especialmente diseñada para niños. El apoyo visual y las imágenes son de gran ayuda para los más pequeños, especialmente cuando no pueden expresar ciertas emociones o explicar situaciones específicas, así como cuando luchan por controlar la ira.

Por otro lado, el termómetro de emociones puede ofrecer beneficios particulares a aquellos que no pueden comunicarse con palabras (por ejemplo, personas con discapacidad intelectual o un trastorno del espectro autista).

También niños que tienen dificultades para reconocer y expresar emociones en palabras puede sacar especial provecho de esta herramienta. Lo mismo ocurre con adolescentes de características similares: incluso en este caso puede dar resultados interesantes.


Tipos de termómetro de emociones

Es una herramienta creativa, que se puede definir siguiendo diferentes patrones o imágenes en internet. Sin embargo, el toque final estará en nosotros; adaptaremos la técnica a nuestras preferencias. Hay varios termómetros de emociones dependiendo de si se incluyen los siguientes elementos:


  • Fotografía.
  • Imagenes
  • Dibujos.
  • emoticono.
  • caras reales
  • Otro.

¿Cómo usar el termómetro de las emociones?

Algunos pasos son esenciales para aprovechar al máximo los beneficios que ofrece esta herramienta. He aquí, pues, que se hace imprescindible realizar dos simples acciones.


Comente cada imagen o dibujo con el niño

Una vez que hayas dibujado tu propio termómetro de emociones, se le pregunta al niño qué ve en cada imagen, dibujo o emoticón seleccionado.

El objetivo es animarle a identificar y describir con sus propias palabras (o con ayuda, si la necesitas) cada emoción o estado de ánimo.

Establecer un "plan de acción contra la ira"

La última emoción en el termómetro de las emociones, la más caliente, es la ira (o la rabia). Otro paso importante a la hora de utilizar esta herramienta con el niño es decidir juntos qué estrategias adoptar en caso de que sienta ira.

Es importante hacerle saber que está bien y que está bien sentirse enojado, pero que la expresión de la ira debe ser medida. Hay muchas estrategias a aplicar, incluyendo:

  • Respira profundamente.
  • Cuenta hasta 10.
  • Cambia de habitación o dirígete a tu habitación y quédate solo.
  • Escribe lo que está pasando.
  • Practica la técnica de la tortuga.
  • Cambia de juego (en caso de que estés jugando con un compañero).

Conclusiones

El termómetro de emociones puede convertirse en una herramienta divertida para los niños. Puedes pedirles que lo dibujen, para que se sientan parte activa del proceso.


El niño, por ejemplo, puede decorarlo a su gusto o utiliza fotografías de tu rostro expresando diferentes emociones. Podremos aprovechar la realización del termómetro para trabajar otros aspectos emocionales y habilidades.

¿Crees que el termómetro de las emociones te puede ser útil? ¿Cómo planeas usarlo? Las ideas propuestas aquí son solo indicativas: cada uno puede adaptar la técnica al niño que sigue y sus necesidades.

Como los niños, las emociones sanan cuando son escuchadas y apreciadas.

-Jill Bolte Taylor-

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