Si estás leyendo este artículo probablemente ya te hayas sentido o te sientas solo. Entonces sabrás que no es lo mismo que estar solo y que una soledad deseada o buscada es diferente a una soledad impuesta y no deseada.
Última actualización: 02 de junio de 2020
Vivimos en una época de cambios que nos llevan a estar más solos que en el pasado: envejecimiento de la población, cambios en las relaciones sociales, aumento de familias monoparentales o personas que quieren vivir solas, hábitos que implican aislamiento. Sin embargo, esto no es lo mismo que sentirse solo.
La soledad no corresponde al aislamiento social objetivo. Según algunos autores, tiene un componente emocional, ya que se vive como una experiencia desagradable, y cognitivo, ya que se percibe una disminución de las relaciones sociales o su insuficiencia.
El sentimiento de soledad está más ligado al nivel de satisfacción subjetiva alcanzado en las relaciones que a la frecuencia de los contactos.
¿Qué es la soledad?
La soledad se puede definir de diferentes formas dependiendo del estado de ánimo que provoque esta situación o sentimiento.
- Estar solo: uno está físicamente solo. Sin embargo, podemos ser personas solitarias y no sufrirlo. La soledad puede ser una condición voluntaria, elegida porque prefieres tu propia compañía a la de los demás. En otras palabras, se trata de un aislamiento social por elección.
- Soledad: sientes la necesidad o el deseo de conectarte con los demás, pero no puedes hacerlo. Quizás las condiciones lo permitan, pero se siente inseguro. Este sentimiento provoca o contribuye a la soledad. Además se experimenta inutilidad, rechazo, abatimiento, inercia, falta de contacto visual. El aislamiento no se debe a una elección, sino a no sentirse capaz.
- Soledad positiva: a veces pasar tiempo a solas es una necesidad, una forma de descansar. En estos casos, la soledad es agradable. Se percibe como una oportunidad para recargar pilas, estimular la creatividad y reconectar con uno mismo.
- Alienación: es la condición extrema de la soledad. La persona siente un vacío interior que la separa de su propia identidad.. Equivale a desconectarse de uno mismo, por lo tanto de los demás.
¿Cómo afecta a nuestra psiquis sentirnos solos?
Sentirse solo es una sensación desagradable que nos puede invadir aunque estemos rodeados de gente, e incluso si estas personas se preocupan por nosotros. Este estado de ánimo esconde un problema más grave, en algunos casos una dolencia desatendida.
Quienes lo padecen generalmente no lo expresan a los demás, y no admiten que les hace sentir mal. Es difícil reconocer y aceptar el sentimiento de soledad cuando no se busca, ya que fácilmente nos avergonzamos de ello y, sobre todo, sentimos que es una condición difícil de superar.
La principal dificultad de sentirse solo es que no suele buscar ayuda especializada. No lo consideramos, es decir, un trastorno sino una condición normal. En cuanto a las consecuencias, además del impacto emocional, el sentimiento de soledad se considera un factor de riesgo de enfermedades comórbidas que pueden llegar a ser incluso mortales o muy agresivas.
Por ejemplo, la soledad se ha relacionado con problemas físicos como enfermedades cardiovasculares y trastornos de la alimentación o el sueño. Sin embargo, desde una perspectiva de salud mental, puede conducir a la depresión, la adicción al alcohol u otras drogas e incluso al suicidio.
Que hacer
Aunque puede ser difícil aceptar la idea de sentirse solo y más difícil aún remediarlo, podemos actuar sobre la percepción de la soledad.
En primer lugar, es necesario identificar el origen de esta sensación; una forma de hacerlo puede ser pensar: “¿qué necesitaría para no sentirme más solo?”. Una vez identificado el motivo, se piensa en una solución. mejorar las habilidades sociales? ¿Conocer nuevos amigos? participar en actividades grupales?
Un consejo es que inviertas parte de tu tiempo en ayudar a los demás, por ejemplo, a través de una asociación voluntaria. Este tipo de actividad nos ayuda a pensar que somos útiles y que nuestra presencia es importante para alguien. Es esencial mantenerse ocupado y reducir el tiempo dedicado a pensar en su soledad.
Otra opción es participar en actividades grupales. Inscribirse en un curso de danza o pintura, un grupo de lectura u otros, es una forma de pasar tiempo de calidad, pero también de conocer gente nueva.
Finalmente, aprovechamos la posibilidad de crear nuevos contactos en línea. Hay varias plataformas diseñadas para hacer nuevos amigos en función de necesidades e intereses comunes. En breve, busca la situación que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias, pero sobre todo intentar llenar el vacío percibido sin miedo a afrontarlo.