No es asma... Me ahogo, mis pulmones no responden y todos me dan la espalda... Si alguna vez has tenido hiperventilación por un ataque de ansiedad, sabes cómo es. Hoy presentamos algunas estrategias que pueden resultar útiles en estas circunstancias.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Dificultades para respirar, latidos rápidos del corazón, náuseas, entumecimiento, presión en el pecho, miedo... La hiperventilación y la ansiedad están directamente asociadas y, a menudo, incluso de forma atormentada. Tener dificultad para respirar y no poder tomar aire son sensaciones aterradoras, así como efectos directos de la ansiedad y el estrés. Sin embargo, no siempre somos conscientes de ello.
No todo el mundo asocia esta repentina sensación de asfixia con un problema de ansiedad. A menudo tendemos a pensar más en un problema de asma o en cualquier otro trastorno cardiorrespiratorio. Cuando la persona acude a urgencias y se descartan factores físicos u orgánicos, se confunde: ¿cómo es posible que la ansiedad se manifieste de forma tan dolorosa?
Quizás olvidemos que este mecanismo de anticipación de estímulos externos e internos está directamente asociado con la respiración. Cuando estás bajo las garras de la ansiedad, tu cuerpo reacciona a ese sentimiento. El latido del corazón se acelera y aumenta la cantidad de oxígeno destinado a los músculos para provocar una reacción o un vuelo de "leones".
La hiperventilación no es una enfermedad, no es grave y no pone en peligro la vida. Es un efecto de la ansiedad y comúnmente ocurre durante los ataques de pánico. es, sin embargo, una sensación desagradable que podemos tratar de calmar gracias a algunas estrategias.
Hiperventilación y ansiedad: síntomas, características y secretos para manejarla
La ansiedad es una de las condiciones clínicas con más síntomas físicos. Varios estudios, incluido el realizado por la Universidad de Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de Chicago, indican que la alta sensibilidad a la ansiedad es un factor de riesgo para la aparición de ataques de pánico, por lo tanto de hiperventilación.
En este punto es importante enfatizar que la hiperventilación, o dificultad para respirar, también puede depender de trastornos que van mucho más allá de la dimensión emocional. El asma, el enfisema y otros trastornos pulmonares pueden explicar esta repentina dificultad para respirar. Lo ideal, por tanto, es confiar en un profesional sanitario.
¿Por qué están estrechamente relacionados?
La hiperventilación ocurre cuando la respiración es más rápida que las necesidades del cuerpo. Como podemos imaginar, esto ocurre cuando tenemos que lidiar con situaciones estresantes o cuando la ansiedad alcanza niveles altos e incontrolables. Respiramos demasiado rápido, por lo que se produce un desequilibrio que altera todo el acto respiratorio.
- Cuando estamos hiperventilando, el equilibrio entre O2 y CO2 se altera. L'El cerebro interpreta la reducción repentina de CO2 en la sangre como una amenaza..
- El cerebro, por lo tanto, trabaja para reducir los niveles de O2 inhalado y CO2 exhalado lo más rápido posible. ¿Y, cómo hacerlo? Al reducir el número de respiraciones. Es decir, enviando una orden que permita reducir la capacidad respiratoria. El resultado es la sensación de asfixia.
- Mientras estamos desesperados porque no podemos respirar, el cuerpo reduce la descompensación inicial, lo que intensifica aún más los sentimientos de pánico y desesperación.
Aunque la hiperventilación no es grave y no pone en peligro la vida, se experimenta con miedo extremo.
Hiperventilación y ansiedad: ¿qué síntomas surgen?
La hiperventilación y la ansiedad están estrechamente relacionadas. Cuando nos sentimos saturados emocionalmente, el cuerpo reacciona, generalmente a través de una intensa respuesta fisiológica.
Sin embargo, la hiperventilación durante un ataque de pánico aumenta aún más el miedo y la ansiedad. En general, los síntomas asociados son los siguientes:
- Hiperventilación, que suele durar unos veinte minutos.
- Intenso sentimiento de angustia.
- Dificultad para respirar; poco a poco la asfixia empeora.
- Los latidos del corazón se aceleran.
- Hormigueo en las manos, piernas y alrededor de la boca.
- Falta de contacto con la realidad., náuseas, vista a túnel.
- Sudoración intensa.
- Dolor de cabeza y posible desmayo e inconsciencia.
¿Qué hacer en caso de hiperventilación?
Cuando hablamos de hiperventilación y ansiedad, inmediatamente pensamos en una persona que respira en una bolsa de papel. Si bien esta es una estrategia útil, es importante considerar otros aspectos antes de continuar:
- La hiperventilación no es una enfermedad, es un síntoma, y necesitamos saber su origen. Descartar causas orgánicas es el primer paso.
- En caso de que se deba a la ansiedad, es importante comprender qué desencadena este estado de ánimo. En este sentido, la terapia cognitivo-conductual, la terapia racional-emocional, la terapia cognitiva orientada a un propósito y EMDR pueden resultar enfoques útiles.
- Es importante centrarse en la respiración.
Otras estrategias útiles en caso de hiperventilación y ansiedad
- Si respira demasiado rápido, la sensación de ahogo aumenta. Por lo tanto, es necesario evitar que los pulmones inhalen oxígeno a un ritmo acelerado.
- Puede ser útil respirar con los labios apretados, como si tuviéramos que apagar la llama de una vela.
- Cierra una fosa nasal para respirar solo con la otra es una forma efectiva de respirar más lentamente.
Por último, siempre podemos utilizar la clásica bolsa de papel. Esta práctica es útil porque cubrirse la boca y la nariz con la bolsa permite respirar más despacio y reequilibrar los niveles de CO2. Sin embargo, para obtener los mejores resultados, debe conocer los factores que causan la ansiedad y manejarlos de manera efectiva.