La psicoterapia se puede aplicar en casi todos los ámbitos de nuestra vida: hoy hablamos de intervención social en el proceso de duelo.
escrito por Elena García
Última actualización: 14 de diciembre de 2021
Muchos de nosotros hemos experimentado la pérdida de un ser querido. Si bien tanto el concepto como las actitudes hacia la muerte han cambiado significativamente a lo largo de los años, siempre es difícil lidiar con la muerte de un ser querido, especialmente cuando es inesperada o traumática. En este artículo presentamos la intervención social en las etapas del duelo.
A veces necesitamos apoyo para superar esta situación. Porque, por mucho que estés más o menos preparado para enfrentarte a la muerte, hay momentos en los que corres el riesgo de quedarte atascado. En estos casos, la intervención social en las etapas del duelo por parte de profesionales cualificados será fundamental.
Tras la pérdida de un ser querido, las personas sienten un gran dolor (Moreno, 2002). El dolor es un proceso, una manifestación normal ante la muerte.
Las reacciones pueden ser de naturaleza física, emocional y social y pueden variar desde un sentimiento temporal de tristeza hasta una completa desolación que, en casos severos, puede durar varios años, pero también para toda la vida. . . . (Raphael, citado en Echeburúa y Corral, 2001).
Etapas del duelo
El duelo es diferente y único para cada persona, pero también es dinámico porque pasa por distintas etapas. Según el psicólogo Kübler Ross (1969), las etapas del duelo son:
- Rechazo.
- Enfado.
- Negociación.
- Depresión.
- Aceptación.
Estas etapas son las más comunes, pero hay momentos en que los síntomas del proceso de duelo adquieren las características de un duelo patológico.
Este se diferencia del duelo considerado “normal” por la intensidad y duración de la reacción emocional. Según Echeburúa y Corral (2001), el duelo se vuelve patológico cuando:
- La intensidad de los síntomas es mayor..
- La reacción dura más de un año después de la pérdida.
- Aparecen síntomas inadecuados frente al dolor normal: alucinaciones, delirios, aislamiento social, alteraciones del sueño y del apetito, etc.
"El dolor nos desafía a amar una vez más".
-Terry Tempest Williams-
Intervención social en las etapas del duelo
Cuando hablamos de intervención social en las etapas del duelo, en primer lugar necesitamos conocer los tipos de duelo, sus causas y consecuencias.
Si bien las experiencias de vida pueden ayudarnos a comprender la situación ante la pérdida de un ser querido, esto nunca debe ser garantía para una buena práctica.
Durante la cirugía, por tanto, conviene tener en cuenta dos aspectos: consejería de duelo y terapia de duelo.
La consejería como intervención social en las etapas del duelo
Los objetivos a alcanzar con este nivel de intervención son los siguientes (Worden, citado en González, 2011):
- Proporcionar información adecuada sobre el proceso de duelo.
- Para llevar a cabo las tareas del difunto que quedaron inconclusas.
- Aumente la realidad de la pérdida tratando de evitar o superar la negación.
- Ayudar a manejar las emociones expresadas y latentes; facilitar la expresión emocional.
- Superar los obstáculos que dificultan la reinserción social tras la pérdida.
- Colaborar en la reanudación de una vida normal.
Este tipo de intervención también debe centrarse en ayudar al familiar a hacer real la pérdida, identificar y expresar sus sentimientos, aprender a vivir sin el fallecido e integrar la pérdida en su historia personal.
Se debe dar tiempo para aceptar la pérdida, brindando al familiar estrategias de afrontamiento adecuadas sin olvidar el apoyo y seguimiento continuo que permiten identificar cualquier comportamiento patológico.
Terapia del dolor
Este modelo más especializado requiere más conocimiento. La terapia del dolor busca ayudar a procesar el duelo para evitar posibles complicaciones.
Según Worden (citado en González, 2011), este tipo de terapia se basa en la identificación y resolución de conflictos de separación que imposibilitan a las personas cuyo dolor no aparece, es tardío, excesivo o prolongado, realizar las tareas cotidianas.
Por ello, la intervención social en las etapas del duelo desde esta perspectiva es más adecuada en los siguientes casos:
- Duelo complicado con dolor prolongado.
- El duelo se manifiesta a través de un síntoma somático o enmascaramiento.
- La pérdida se manifiesta como una reacción exagerada.
Conclusiones
Aunque la muerte es inevitable, a veces es muy difícil aceptar el dolor y aprender a gestionar el sufrimiento que nos provoca.
Es difícil ver el lado positivo de las cosas cuando sucede algo así, pero todo lo que nos sucede en la vida nos enseña algunas lecciones muy importantes.
Como dice Bermejo (2005), el duelo por un lado reclama nuestra mayor y más bella verdad: el valor del amor. Por otro lado, nos pone frente a una realidad más trágica: la soledad.
La muerte de un ser querido nos enfrenta inevitablemente con el misterio de la vida y nos recuerda que no somos eternos. El silencio se nos impone, un silencio vacío; y el vacío inevitablemente nos empuja a reflexionar.
En definitiva, vencer el dolor es tener equilibrio, es saber adaptarse a las circunstancias de la vida. Es resiliencia y es reflexión. No se trata de olvidar, sino de aprender a vivir con la ausencia.