¿Sientes que nunca puedes relajarte? Te esfuerzas al máximo, conoces las técnicas pero no obtienes resultados, ¿por qué? ¿Qué hay detrás de esta dificultad?
Última actualización: 14 octubre, 2020
No relajarse puede no depender de un compromiso o esfuerzo dedicado.. Quizás hay algunos factores en los que nunca habÃas pensado y que dificultan la relajación. Hablemos de esos bloqueos que operan por debajo de nuestra conciencia, impidiendo que olvidemos la ansiedad.
Una de las principales razones por las que no podemos relajarnos es la dificultad para desconectarse de compromisos o presiones externas, que nos afectan aunque no se nos impongan explÃcitamente.
Otra razón es la tendencia a sobredimensionar nuestro ego. Dar demasiada importancia a la individualidad genera fuertes tensiones: termina por transformar el ego en una armadura rÃgida que nos protege, pero nos separa del mundo. ¿De dónde viene tanto estrés? ¿Qué nos impide relajarnos?
"Suave fluye el agua donde el arroyo es profundo".
- William Shakespeare -
1. El culto a la productividad
Muchas veces no podemos relajarnos porque necesitamos calma y silencio. En cambio, vivimos en un mundo que nos empuja en otra dirección: movernos constantemente e intercambiar información sin parar. El estilo de vida actual suele ser agitado; las empresas nos quieren rápidos, ágiles, productivos todo el tiempo.
Ahora estamos tan condicionados que la calma nos hace sentir culpables, perezosos o irresponsables. No hacer nada es, para una parte de la sociedad, perder el tiempo. Por otro lado, aprovechar bien el tiempo significa pasar a la acción, a ser posible realizando más de una actividad a la vez. Esta es la idea detrás del culto a la productividad.
Hablamos de productividad en términos económicos, porque desde el punto de vista humano esto implica muchas veces una total improductividad. El miedo a perder el tiempo es tan fuerte que rechazamos la mera idea de detenernos un momento. En estas condiciones, es imposible relajarse.
2. El condicionamiento a las apariencias
No poder relajarse muchas veces se debe al peso de las apariencias. Desde hace varios años se instaura otro culto: el del cuerpo. El cuidado del cuerpo se ha convertido en un imperativo a seguir en el poco tiempo libre del que disponemos.
El cuerpo se ha convertido en una obsesión: el ejercicio fÃsico, la alimentación, el sol y mucho más son los medios para parecer perfecta a los ojos del "Gran Hermano". Por supuesto que todo esto es bueno para nuestra salud, pero en muchos casos juega un papel secundario. Queremos vernos delgados y hermosos para encajar en un estereotipo de belleza e inteligencia.
Pero al hacerlo, ¿realmente nos cuidamos? ¿Cómo es posible relajarse cuando los objetivos a alcanzar son tan exigentes?
3. No relajarse debido al apego
El apego es también una forma de condicionamiento, pero más profunda. Podemos desarrollar formas de apego a ideas, tradiciones, emociones o errores. Hay, por asà decirlo, una fuerza que nos empuja a ver y mantener la realidad tal como es. Además, debemos permanecer como estamos para evitar enfrentar la incertidumbre.
Los apegos a menudo impiden que la mente fluya libremente y vaya a donde realmente quiere ir., incluso si creemos que es gratis. Ponen en juego esa tensión entre el deseo de mantener nuestros hábitos, afectos, posesión de las cosas y el cambio constante de la realidad. Los cambios nos ponen bajo estrés y suceden todo el tiempo; asà permanecemos en un estado de resistencia inútil.
Luchar contra el flujo natural de las cosas no es solo una batalla perdidapero también impide que la mente sea flexible. Esta es una de las razones por las que quizás no puedas relajarte: la resistencia al cambio, el apego a la creencia de que la realidad que queremos existe para siempre.
Permanecer en tensión o prisionero del estrés no es una actitud saludable. No solo hace que sea más difÃcil controlar las emociones, sino que también puede enfermarnos fÃsicamente. Encontrar formas de relajación es una parte esencial del bienestar mental.. Por eso vale la pena reflexionar sobre este punto y probar.