Con un poco de compromiso y valentía podemos adquirir una mayor responsabilidad emocional y así ser más consecuentes con nuestras decisiones.
Última actualización: 03 de febrero de 2022
“Ahora mismo me es imposible tomar una decisión. No puedo". Probablemente en más de una ocasión alguna persona querida nos habrá dicho estas mismas palabras. O tal vez hemos estado sintiendo un muro dentro de nosotros mismos que nos impide decidir, avanzar. Se trata de responsabilidad emocional.
"No sé si debería dejar a mi pareja". "Tal vez debería cambiar algunas cosas en mi vida, pero ahora no puedo". “Sé que debería hablar con ella y decirle todo lo que siento, pero no puedo. No me atrevo". ¿Qué hay detrás de todas estas indecisiones habituales?
Nuestra vida cotidiana se mueve en infinitas inseguridades que, en mayor o menor medida, nos hacen la vida más o menos fácil.
En las siguientes líneas hablamos de la responsabilidad emocional que todos debemos desarrollar más adecuadamente. A veces no es fácil, pero con un poco de compromiso y valentía podemos hacerlo y así ser más consecuentes con nuestras decisiones.
La diferencia entre querer y poder
Seguro que conoces a más de una persona que dice "no puedo" casi todos los días. Nos hablan de sus problemas, pero cuando les sugerimos que tal vez el hora de cambiar su vida, el "no se puede" emerge una vez más.
¿Qué significa esta expresión? Al decir estas dos palabras, nos liberamos de nuestras responsabilidades. Es una forma de limitarnos. Con nuestra propia voz construimos inmensos muros alrededor del campo de batalla que es la vida. Y nos damos por vencidos.
Si no controlamos la situación, dejamos de ser responsables de todo lo que nos rodea. Un "no se puede" es dejar el rumbo de nuestro barco, nuestras circunstancias y nuestros problemas en manos de nadie. Y esto es realmente aterrador.
Pongamos un ejemplo sencillo que quizás te resulte familiar: “No puedo dejar a mi pareja, sé que ya no la quiero, pero llevo demasiados años con ella y no puedo hacerle eso” .
¿Dónde están la autoestima, la constancia y la integridad? Si no somos consecuentes con nuestros sentimientos, perdemos mucho de nosotros mismos. Y con el tiempo aparecerá tal frustración que sentirás un gran vacío. No pasemos por alto el hecho de que nosotros, a su vez, podemos herir a otras personas.
responsabilidad emocional
¿Qué pasaría si en lugar de decir “no puedo” lo reemplazamos por “no quiero”? En este caso ya estamos reconociendo una elección. Expresamos firmeza y determinación. Coraje y voluntad de cambio.
Esta es la llamada responsabilidad emocional. Ese ejercicio saludable en el que la persona es consecuente con lo que siente y hace. Asumimos la responsabilidad de nuestros sentimientos y actuamos de manera consistente sin dañar a nadie, y menos a nosotros mismos.
La responsabilidad emocional es un pilar esencial de la autoestima y la felicidad. No rehuimos nuestros sentimientos, sino que los aceptamos y nos atrevemos a tomar decisiones que los apoyen. Actuamos con más integridad y coraje.
Sabemos que no siempre es fácil actuar de acuerdo a nuestras emociones. La vida es un laberinto complejo en el que tratamos con varias personas., con más situaciones. Pero conviene tenerlo presente y desarrollar siempre que podamos una responsabilidad personal genuina y sincera.
Cómo adquirir más responsabilidad emocional
Para conseguirlo, te enseñaremos un poco de estrategia. Es muy simple. Se basa únicamente en exponer los problemas del momento presente en unas pocas líneas, poniendo al lado un “no puedo” y un “no quiero”.
Una vez hecho esto, preguntémonos cómo nos hacen sentir esas palabras y si realmente definen lo que sentimos. Pongamos algunos ejemplos:
“Me gustaría dejar a mi pareja, pero no posso para hacerlo. No me atrevo a hacerlo "———-"No quiero dejar a mi pareja" (¿es verdad?).
"no puedo volar en avión, me da miedo "————————"No quiero volar en avión” (¿es verdad?).
“Mi colega yo molestar. Pero no puedo decirle..." ——-” No quiero dile "(¿es verdad?)
"No riesco para manejar mis emociones "————————-"No quiero lidiar con mis emociones (¿es eso cierto?).