"Todo me irrita y me molesta". Si te has estado sintiendo así últimamente, debes saber que a veces hay emociones ocultas detrás de este estado que podemos pasar por alto.
Última actualización: 14 de enero de 2022
“Todo me parece una piedra, casi todo me molesta y me falta paciencia”. Algunos más y otros menos se habrán preguntado por qué se sienten malhumorados.. Hay momentos en que las emociones van por las nubes y nos acompaña únicamente ese mal humor que lo impregna casi todo.
A nadie le gusta ponerse la máscara del mal humor y la irritabilidad todos los días. Las cosas se complican con frecuencia, las relaciones se rompen y posponemos continuamente lo que antes hacíamos sin esfuerzo, aumentando así la frustración. ¿Porque? ¿Estamos perdiendo el control, nos estamos volviendo locos, tal vez?
Absolutamente no. Un detalle que debemos entender es que el estado de ánimo varía, al igual que el clima. Todos sufrimos altibajos, hay días que podemos con todo y otros no. Y que esto pase es normal. Somos seres humanos, no robots cuyo carácter, emociones y motivaciones no varían y permanecen en ese equilibrio insólito y artificial.
El problema surge cuando ese estado de malestar se prolonga más de lo necesario. El hecho de que los días pasen y esa nube de tormenta siga sobre nuestras cabezas filtrando todo nuestro panorama es inquietante e inquietante.
Sentirse malhumorado: posibles razones
En la base de la irascibilidad puede haber causas emocionales y orgánicas. Es decir, ese estado en el que se mezclan el mal humor, el cansancio y la falta de paciencia puede ser consecuencia de un estado psicológico o de un problema de salud.
JD Salinger dijo en su famoso libro The Young Holden que si no nos adaptamos al estado de ánimo adecuado, nada nos irá bien.
Es posible lograr esto con una mayor conciencia de lo que nos está pasando. Porque muchas veces lael mal genio es solo una capa externa, la puerta a algo más profundo que estamos descuidando.
La tristeza escondida, cuando nada sale como quisieras
La tristeza a menudo vive en el sótano de la irritabilidad.. Ese estado que se da cuando las cosas van mal, cuando las decepciones se suceden.
Cuando descuidamos esta emoción, es muy común vestirla de frustración e ira hasta que, de repente, nuestro temperamento se vuelve irritable.
Es importante recordar que El estado de ánimo suele ser la combinación de muchas emociones.. Reconocerlos y entender lo que nos quieren decir siempre será la mejor estrategia.
Fuerza de voluntad y agotamiento mental
“Tengo que ser capaz de hacer todo. Mi familia, mi jefe o mi pareja esperan mucho de mí. Tengo que superar este problema. Es necesario que dé lo mejor de mí en esta situación…”.
Seamos realistas, un A veces nos tratamos con dureza y con altas exigencias. La fuerza de voluntad tiene un límite y es muy fácil llegar a ese cansancio en el que todo acaba derrumbándose, las almas, las ganas, las fuerzas.
Estudios como los realizados por el psicólogo de la Universidad de Princeton Roy Baumesteir indican que la la fuerza de voluntad es un recurso finito. Tener que decidir y actuar constantemente ante los desafíos es agotador y frustrante. Por lo tanto, es común terminar sintiéndose malhumorado.
Depresión y mal humor, un nexo muy común
Sentirse malhumorado, fastidiado, sin esperanza ni motivación… Una de las causas que podría delinear este estado es un trastorno del estado de ánimo. Algunos de los síntomas de la depresión son el mal genio y el mal humor.
Muchas personas desconocen este trastorno subyacente porque todavía están activas. La depresión suele asociarse con esa tristeza que encapsula a alguien en la oscuridad de su habitación, pero no siempre es así.
Sentirse malhumorado: la angustia de la incertidumbre
La gente quiere certeza, el cerebro necesita esa sensación de tener las cosas bajo control para sentirse tranquilo y en equilibrio.
Así, cuando el horizonte está lleno de incertidumbres, es normal que aparezca el aguijón de la angustia y también esa alarma que enciende la amígdala cuando detecta amenazas.
Sentirse más irritable de lo necesario es consecuencia de esa incertidumbre que nos cuesta tanto gestionar.
Sentirse malhumorado: posibles causas orgánicas
La salud podría ser otra causa de por qué te sientes malhumorado. Un cambio de humor en ocasiones puede ser consecuencia de una alteración en el organismo. Algunas posibles causas son:
- pobre descanso
- Trastornos de la glándula tiroides, un factor muy común que orquesta los cambios de humor.
- Desequilibrios hormonales, como el síndrome premenstrual
- Dolor crónico, fibromialgia, o cualquier enfermedad crónica.
- Deficiencia de algunos nutrientes, come ferro, vitamina D, vitamina B.
¿Qué hacer cuando te has sentido malhumorado durante varios días?
Como dicen, el el mal humor y el mal genio no son un buen lugar para vivir. En estos casos es mejor tomar conciencia de ello y no permitir que ese malestar aumente, de lo contrario la calidad de vida se vería gravemente afectada. ¿Cómo? Veamos algunas claves.
- Identificar. Trate de enumerar las emociones que componen esa incomodidad. El mal genio puede ser solo la punta del iceberg. Es muy posible que también se esconda en él tristeza, frustración, miedo… Pongamos un nombre a esas emociones.
- para viajar ¿Qué tipo de pensamientos están en tu cabeza estos días? Hay que ser consciente de ellos, especialmente de los muy negativos e irracionales, darles la vuelta y crear pensamientos más útiles y válidos.
- cambio. Cuando nos sentimos más irritables de lo habitual, estamos atrapados en rutinas que empeoran aún más el malestar. Hacemos cambios, hacemos algo nuevo.
- Para compartir. Habla con una persona de confianza, desahogate y no cargues con tus propias cargas. Podemos hablar de nuestros problemas con amigos y familiares o podemos hablar con un psicoterapeuta.
- Fomentar hábitos saludables. La falta de sueño, una dieta inadecuada y el consumo excesivo de cafeína y alcohol alteran significativamente nuestros estados emocionales y aumentan el riesgo de padecer irritabilidad prolongada.
Conclusiones
En el caso de que estos estados de malestar ya se hayan prolongado en exceso, no dudes en pedir la ayuda de un experto. El mal humor oxida la vida y suele ser una de las caras de la depresión.