Sobrecarga emocional durante la pandemia

Sobrecarga emocional durante la pandemia

Nuestras emociones en este momento pueden sobrecargarnos, induciendo apatía, falta de concentración e incluso privándonos de fuerzas. Las emociones hablan: cuidémoslas, ahora más que nunca.

Sobrecarga emocional durante la pandemia

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

La sobrecarga emocional pandémica es una realidad psicológica con la que tenemos que lidiar: una maraña de sensaciones, pensamientos y emociones que nos agotan física y mentalmente. Es una condición que fácilmente puede abrumarnos e intensificarse si no contamos con las medidas de afrontamiento adecuadas.



Carl Jung dijo que el péndulo de la mente oscila entre el sentido y el sinsentido, no entre el bien y el mal. Es tanto más cierto en un momento de dificultad e incertidumbre como el que estamos viviendo.

En estas semanas es completamente normal caer en pensamientos filtrados por el miedo. El miedo es comprensible, pero puede nublar la realidad y levantar muros que no dejan lugar a la esperanza.

Si a esto le sumamos el flujo constante de información, datos, estadísticas e incertidumbres sobre el futuro cercano, es fácil pasar de una actitud más relajada a ver el mundo a través de la lente de la ansiedad. Si bien es casi predecible sentirse en un caos emocional, debemos tratar de mantener el control tanto como sea posible.

 

Sobrecarga emocional durante la pandemia: ¿cómo reconocerla?

La sobrecarga emocional durante la pandemia puede tener dos fuentes. La primera y más grave puede corresponder a un evento traumático como la pérdida de un familiar a causa del Covid-19. La combinación de emociones, dolor y las evidentes dificultades del duelo en las circunstancias actuales exacerban esta dimensión psicológica.


Es igualmente común entre los trabajadores de la salud que están experimentando los efectos de la pandemia en primera línea, entre turnos forzados y fatiga por empatía.


Sin embargo, una sobrecarga emocional también puede ser el resultado de una acumulación constante de pequeñas situaciones.. El estrés diario, las preocupaciones que se acumulan, los días que parecen todos iguales pueden hundirnos en un abismo. Veamos cuáles son los síntomas.

¿Estoy sufriendo de sobrecarga emocional?

  • Reaccionar desproporcionadamente ante situaciones triviales. Puede estar sufriendo una sobrecarga emocional, por ejemplo, si entras en pánico cuando regresas del supermercado y no encuentras inmediatamente las llaves en la bolsa.
  • Dificultad para concentrarse o completar tareas simples.
  • Es difícil mantener una conversación normal con familiares o amigos. Es como si el resto del mundo viviera en otra frecuencia haciéndonos sentir incomprendidos e incluso enojados.
  • Las emociones siempre están a flor de piel. Tienes ganas de llorar por cualquier cosa, te enfadas por tonterías; o, por el contrario, la apatía constante no te permite distraerte, interesarte por nada.
  • Agotamiento físico, tan intenso que crees que estás enfermo de Covid.

¿Cómo gestionar los efectos de la sobrecarga emocional en el contexto actual?

La sobrecarga emocional nos advierte claramente: nuestras emociones hablan y requieren atención. El objetivo, por lo tanto, no es disipar la niebla emocional negando la realidad o con un enfoque lógico (tengo que concentrarme y controlarme, de lo contrario me vuelvo loco).


No es momento de ser duros con nosotros mismos. Las emociones dan sentido a la experiencia, son patrimonio de la naturaleza humana y deben integrarse a través de la aceptación. Solo así podremos navegar mejor en este complicado mar.

Aceptar y dar espacio a cada emoción.

No le des la espalda a esta confusión emocional, no te culpes. Visualízalo como una madeja hecha de hilos de muchos colores. El trabajo es separarlos, reconocerlos, darles un nombre. ¿Que es este sentimiento? Tristeza, angustia, miedo, frustración, nostalgia...


Dale espacio a todos los sentimientos y acéptate sin críticas por cómo te sientes. Estas emociones toman tiempo para dialogar con ellas, con compasión.

Ser consciente del razonamiento emocional.

Una de las razones por las que la pandemia está causando una sobrecarga emocional es el razonamiento emocional que sigue a todo lo que escuchamos, vemos o pensamos.


  • Si a cada dato o cifra del contagio te dices que no hay salida, que irá de mal en peor, estás procesando la realidad a través de las emociones más negativas. Es una actitud que hay que mantener bajo control.
  • Si sigues repitiendo frases como “tengo demasiada ansiedad, ya no aguanto más”, le das una fuerza excesiva al cerebro emocional, a la amígdala que anticipa riesgos y peligros.
  • Escapa del poder de este filtro emocional: redúcelo. Párate frente a la puerta de tus pensamientos, conviértete en guardián. Congela el camino a ideas y verbalizaciones que empeoran la visión de las cosas y de ti mismo.

Momentos de desconexión, espacios de calma

Todos podemos experimentar una sobrecarga emocional en estos días; aquí, entonces, hay un kit de pequeños consejos para la supervivencia diaria.

  • Regula tu exposición a la información.
  • Llevar un cuaderno de emociones y pensamientos. Un cuaderno de bitácora en el que podrás ponerte en contacto con tu universo interior.
  • Disfruta de momentos de calma, sumergiéndote en actividades placenteras, aquellas en las que el pensamiento descansa y fluyen las emociones positivas.
  • Habla con personas que puedan escucharte. Gente que suma y no resta.
  • Imagina tu mente como una habitación. Debe estar en orden, la luz debe entrar desde todos los ángulos. No dejes zonas oscuras, donde las emociones quedan atrapadas u ocultas.

En fin, en situaciones complicadas como esta siempre es bueno evite anticipar lo peor en un intento de no ser atrapado desprevenido. Esta fórmula no funciona. Solo sirve para aumentar la ansiedad y aumentar la sobrecarga.


En esta circunstancia, hay un ingrediente que debe sustentar nuestros días, la esperanza. Trabajemos en esta idea.

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